La ex primera dama Juliana Awada dejó en claro, a través de sus redes sociales, que decidió dedicarle especial atención a la huerta que tiene en su domicilio. Allí cosecha diferentes verduras como chauchas, espárragos, tomates, lechuga y rúcula, junto a diferentes hierbas aromáticas y también limones.
Pero ahora, por medio de su Instagram, compartió fotos de lo más exótico de su jardín: flores comestibles. En primer lugar mostró una inmensas rosas que, además de utilizarlas como decoración, las utiliza en distintos platos. El sabor dulce y el toque de picante de sus pétalos, pueden incluirse en postres, helados, mermeladas, vinagre, cremas, carnes y salsas.
Al mismo tiempo agregó en "stories", imágenes de violas que van desde color lila y violeta a amarillos y blancos. También, al igual que las rosas anteriormente nombradas, pueden utilizarse en platos dulces y salados y hasta en ensaladas. Según informan algunos gastronómicos, tiene un sabor similar a la menta.
Las flores comestibles forman parte de una tradición antigua que está emergiendo nuevamente en el Viejo Continente Europeo. Los antiguos griegos y romanos ya cultivaban rosas, violentas y borrajas para el uso culinario. Incluso, en la concina andalusí, aparecen este tipo de flores dentro de los manuales de cocina para los reyes españoles de los siglos XVI y XVII.
También eran utilizadas en la antigüedad, tanto en la cocina hindú, china y japonesa. En la época clásica se preparaban las ambrosías más sabrosas a base de pétalos de rosa, aromas de violeta y salsas de alazor. También se incluía flor de malva en las ensaladas; platos con flor de loto, magnolia y jazmín; crisantemo en Japón y rosa o flor de naranjo en Oriente Medio.
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