En el mundo de la cocina hay varias cuestiones a tener en cuenta que van más allá de las recetas, elaboraciones e ingredientes que deben llevar las comidas. Indudablemente, un punto importante es el estado de lo que se va a consumir. Y justamente, una de las dudas que la gente suele tener es el estado de un huevo: cómo saber si está o no podrido.
El huevo, una de las comidas más nutritivas y que millones de personas de todo el mundo consumen a diario, puede encontrarse en mal estado por diversas cuestiones: por la elaboración del mismo, el estado en el que fue conservado y por el tiempo que lleva conservado.
Teniendo en cuenta que es fundamental no consumir comida en mal estado para evitar cualquier tipo de enfermedad o malestar, en El Destape repasamos algunos trucos para poder identificar si el huevo está podrido.
3 trucos para saber si un huevo está podrido
- Agitar el huevo y escucharlo: este método es un tanto detallista debido a que hay que prestar mucha atención. Hay que tomar un huevo, acercarlo a la oreja y agitarlo. Si se escucha un chapoteo, significa que el mismo se encuentra en mal estado y no se debe comer.
- Cocinar el huevo: una forma de darse cuenta de que un huevo está en buen o mal estado es cocerlo. Luego de hervirlo y pelarlo, se puede cortar por la mitad para identificar un punto muy importante: si la yema está centrada y hay un pequeño espacio de aire, significa que está en buen estado. En cambio, si la yema está la cáscara y la cámara de aire es grande, está podrido.
- Sumergir el huevo en el agua: es el método más rápido y sencillo de aplicar. Hay que tomar un recipiente o vaso grande, llenarlo de agua y luego sumergir huevo. En caso de que flote, significará que el huevo está en mal estado. En cambio, si se sumerge con velocidad, quiere decir que está en buenas condiciones para comerlo. Y si lo hace de manera lenta, hay que consumirlo lo más rápido posible.
Qué nutrientes aportan los huevos
Los huevos contienen mucha proteína. Más de la mitad de la proteína del mismo está en la clara, por lo que mucha gente tan sólo la consume por dicho motivo. Además, cuenta con selenio, vitamina D, B6, B12 y minerales como el hierro, cobre y zinc. Por otra parte, la yema de los huevos tiene calorías, grasa y son una gran fuente de colesterol, vitaminas A, D, E y K.
De todas formas, cada uno de los huevos depende de los alimentos que consumió previamente la gallina. Este factor también es fundamental para determinar qué tanto aporta de nutrientes el huevo en cuestión.