Cómo hacer la masa para lasaña en 6 pasos: la receta de cocina más fácil

La lasagna, con sus capas irresistibles y su historia rica, es mucho más que un simple plato. Desde sus orígenes antiguos hasta sus variaciones modernas y su presencia en el espacio, la lasagna ha conquistado corazones y estómagos en todo el mundo.

15 de noviembre, 2023 | 17.28

Preparar una deliciosa lasaña desde cero es un arte culinario que vale la pena dominar. Una de las claves indispensables para alcanzar la perfección es la masa para lasaña. En este artículo, te presentamos una receta muy sencilla de 6 pasos para crear la masa perfecta que elevará tu lasaña a otro nivel. ¡Vamos a la cocina!

Ingredientes para 1 lasaña de 4 porciones

  • 200g. de harina 0000 (aproximadamente una taza generosa).
  • 2 huevos.
  • 1 cda. de aceite de oliva
  • 1 pizca de sal.

Paso 1: mezcla inicial

Colocá la harina y la sal en un bol. Añadí los huevos y el aceite de oliva. Con las manos, mezclá hasta obtener una masa medianamente seca, pero ya con la esencia de la masa para lasaña.

Paso 2: amasar

Transferí la masa a la mesada y amasá durante unos 10 minutos, hasta que adquiera una textura suave y uniforme. Este paso es crucial para lograr la consistencia deseada en la masa.

Paso 3: reposo

Envolvé la masa en papel film y dejá que repose durante al menos media hora. Este periodo de reposo es esencial para que la masa alcance la elasticidad adecuada, lo que sin dudas garantizará el éxito de tu lasaña.

Paso 4: división

Una vez que la masa ha reposado, dividila en tantas láminas como necesites. En este ejemplo, optamos por cinco láminas grandes para una lasaña de cuatro porciones.

Paso 5: estirar y cortar

Con la ayuda de un palo de amasar, estirá cada porción de masa hasta obtener láminas finas y elásticas. Cortá las láminas al tamaño deseado, asegurándote de mantener uniformidad en su grosor.

Paso 6: uso de las láminas

La lasagna tiene raíces que se remontan a la antigua Roma. Se cree que los romanos preparaban un plato similar llamado "lasanum" que consistía en capas de pasta y salsas, aunque sin queso ni tomate.

Para utilizar estas láminas en tu lasaña, lo habitual es sumergirlas en agua hirviendo durante 1-2 minutos antes de armar el plato. Esto garantiza una cocción óptima durante el horneado. También podés optar por colocar las láminas directamente en la fuente sin cocinarlas previamente, pero en este caso, asegurate de que tu preparación tenga suficiente líquido para que se cocinen adecuadamente en el horno.

Con esta receta, se desmitifica el proceso de hacer la masa para lasaña. Ya no hay razón para recurrir a opciones preenvasadas cuando, con unos simples pasos, podés crear una masa fresca y deliciosa en tu propia cocina. Disfrutá del arte de cocinar y sorprendé a tu familia con una lasaña casera que dejará a todos con ganas de repetir. ¡Buen provecho!