El rey Carlos Gustavo de Suecia, que lleva en el trono desde 1973, considera abdicar a favor de su hija, la princesa Victoria, según revela el reconocido experto en realeza sueca Johan T. Lindwall en su último libro. Esta teoría generó gran revuelo en los medios escandinavos, ya que significaría un cambio importante en la monarquía sueca, que hasta ahora no tiene tradición de abdicaciones.
Con 78 años, Carlos Gustavo siempre se mostró reacio la idea de abdicar, pero algunas circunstancias recientes, como la inesperada abdicación de la reina Margarita de Dinamarca, llevaron a las familias reales europeas a considerar alternativas que antes no se contemplaban. Lindwall sugiere en su libro que el éxito de la abdicación de Margarita podría haber influenciado al monarca sueco a replantearse el futuro de la monarquía.
El plan "secreto" de abdicación consistiría en que el rey Carlos Gustavo cediera el trono a su hija, la princesa Victoria, en un momento simbólico: el 18º cumpleaños de su nieta, la princesa Estelle. Esto ocurriría el 23 de febrero de 2030, cuando Estelle alcanzaría la mayoría de edad y estaría lista para asumir nuevas responsabilidades dentro de la monarquía.
Carlos Gustavo, que se convirtió en príncipe heredero a una edad muy temprana tras la prematura muerte de su padre, siempre supo lo que implica ocupar una posición de alta responsabilidad desde una edad temprana. Por eso, se le atribuye el deseo de permitir que su nieta pueda vivir su juventud sin la presión de asumir el trono demasiado pronto.
Además, la princesa Victoria también se beneficiaría de este plan, ya que ha tenido la oportunidad de formar una familia y ser madre antes de asumir mayores responsabilidades como futura reina. A diferencia de su padre, que se casó siendo rey, Victoria tuvo la oportunidad de centrarse en su familia durante unos años, lo que le ha permitido desarrollarse como persona y estar lista para asumir la jefatura del Estado cuando llegue el momento.
Aunque la abdicación de Carlos Gustavo aún es solo una posibilidad, los expertos consideran que encajaría con las tradiciones de la realeza sueca, que suelen planificar los eventos y cambios de liderazgo con anticipación. Además, coincidiría con el calendario de celebraciones familiares, como el 80 cumpleaños del rey Carlos Gustavo en 2026 y las bodas de oro con la reina Silvia, así como el 50 cumpleaños de la princesa Victoria en 2027.
¿La familia real sueca en la ruina?: el presupuesto que preocupa al rey Carlos Gustavo de Suecia
El rey Carlos Gustavo de Suecia expresó su preocupación por la falta de fondos suficientes recibidos por parte del Gobierno de su país el año pasado. Esta situación podría afectar el mantenimiento de los palacios y los eventos importantes de la familia real.
Según el Tribunal de Cuentas, la casa real no cumplió con las demandas del Parlamento de Suecia y otros entes. Además, se considera problemático financiar el cuidado de los palacios y parques reales con turistas y visitantes, especialmente durante la pandemia que generó un déficit millonario en el presupuesto real.
Sin embargo, con el aumento de la dotación en el presupuesto aprobado recientemente, hay perspectivas más positivas. Tanto el Gobierno como la corte real coinciden en que se necesitará más financiación a largo plazo para el cuidado de los parques reales, en vista del crecimiento de Estocolmo y el aumento del desgaste y la suciedad.
Además, se menciona la necesidad de financiamiento adicional para los festejos del 50 cumpleaños de la princesa heredera Victoria en el 2027. Cabe destacar que esta no es la primera vez que se cuestionan las finanzas de la familia real sueca, lo que generó críticas y desaprobación pública en el pasado.
Sin que su popularidad haya bajado tanto como ocurrió con otras casas reales europeas, los reyes Carlos Gustavo y Silvia ya se enfrentaron a críticas generalizadas tras su petición al Gobierno de su país de 7 millones de coronas suecas, algo más de 600.000 euros, para concluir el año pasado. Además, que esta petición se realizara mientras los monarcas se encontraban de vacaciones en Brasil desató la desaprobación de la opinión pública.
A eso hay que sumarle los antecedentes. En 2014, el Gobierno amonestó a la Corona por el aumento de sus gastos. En respuesta, esta explicó que se habían destinado dos millones de coronas (más de 170.000 euros) a la boda de la princesa Margarita. En aquella ocasión, el director financiero de la realeza aclaró que el propio Carlos Gustavo cubriría los gastos extraordinarios.
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