La realeza británica es famosa por sus tradiciones y protocolos estrictos, incluso en lo que respecta a su alimentación. Una de las curiosidades más llamativas es su preferencia por la carne de una raza específica: el Highland Cattle, conocido en español rioplatense como la raza bovina West Highland.
La elección de este tipo de carne, la preferida del rey Carlos III de Rieno Unido, por parte de la realeza británica no es casualidad. Los animales de la raza West Highland se criaron exclusivamente en Escocia, lo que los convierte en parte del patrimonio británico. Para la familia real, esto crea una conexión especial, considerándolos "propios". Así se refuerza la idea de preservar y consumir productos autóctonos, respetando la tradición y la historia del país.
Además de esta peculiar preferencia, hay otros alimentos que están fuera del menú real. El ajo, por ejemplo, está prohibido debido a sus efectos de mal aliento, lo cual es considerado inapropiado en los numerosos compromisos públicos y eventos sociales a los que asiste la familia real. Los mariscos también están excluidos, debido a su propensión a causar alergias y enfermedades transmitidas por alimentos, como la intoxicación alimentaria. Dada la apretada agenda y las responsabilidades de la realeza, evitar riesgos innecesarios se convierte en una prioridad.
Otro alimento prohibido en la dieta real es el foie gras. Esta prohibición responde a razones éticas, ya que su producción fue objeto de críticas por parte de grupos de derechos de los animales debido a las prácticas involucradas en su elaboración. La familia real adoptó una postura ética al excluir este producto de su dieta.
La pasta no está completamente prohibida, pero se consume con moderación en la cocina del palacio. La preferencia por mantener una dieta equilibrada y saludable lleva a la familia real a limitar la ingesta de carbohidratos pesados, favoreciendo otros alimentos más ligeros y nutritivos.
La dieta de la realeza británica refleja, en definitiva, un respeto por la tradición, preocupación por la salud y consideraciones éticas. Al optar por la carne de la raza West Highland, la familia real no solo preserva una parte importante de su patrimonio cultural, sino que también promueve la sostenibilidad y el consumo local.
La tragedia que golpea a Kate Middleton y el príncipe William: "Horrible y atroz"
Un terrible apuñalamiento masivo ocurrió en Southport el último lunes, dejando tres personas muertas y sumiendo al Reino Unido en la consternación. El incidente tuvo lugar en The Hart Space, un centro donde niños y niñas participaban en un taller con temática de Taylor Swift. En medio de la conmoción, los príncipes de Gales, William y Kate Middleton, enviaron un comunicado para expresar su apoyo y cariño a todos los afectados.
“Como padres, no podemos empezar a imaginar lo que están pasando las familias, amigos y seres queridos de los muertos y heridos hoy en Southport”, inició el comunicado del heredero al trono y su esposa. “Enviamos nuestro amor, pensamientos y oraciones a todos los involucrados en este horrible y atroz ataque”, continuaron.
“Gracias también a los socorristas que, a pesar de encontrarse con las escenas más horribles, demostraron compasión y profesionalismo cuando su comunidad más los necesitaba”, son las últimas palabras del mensaje, con las que intentaron consolar, de algún modo, a los familiares de las víctimas. Como suele ser habitual en este tipo de casos, el comunicado cerró con las iniciales del matrimonio, “W&C”.
A diferencia de otras personalidades reales, los príncipes de Gales decidieron no viajar a París para presenciar los Juegos Olímpicos de 2024. William participó en eventos previos al evento deportivo para desear suerte a los británicos, pero debido al estado de salud y recuperación de su esposa, no pudo acompañarlo. Middleton continúa con su lucha contra el cáncer y está en pleno tratamiento. La futura reina consorte se refugió en el seno familiar después de anunciar su diagnóstico en marzo y reapareció recientemente en el evento Trooping the Colour. Sin embargo, hace unas semanas decidió asistir a su cita habitual con el torneo de tenis de Wimbledon, donde estuvo acompañada por la princesa Charlotte.