Impacto en la realeza por la inesperada abdicación del gran duque: "Pienso retirarme"

El anunció que conmocionó a la realeza europea. Se trata de la segunda abdicación de un monarca en lo que va del 2024.

01 de julio, 2024 | 19.45

La realeza europea estuvo en boca de todos durante el último tiempo. Ya sea por el cáncer que padecen el rey Carlos III de Reino Unido y Kate Middleton o el estreno de la serie de Máxima Zorreguieta, los diferentes miembros de las corona llegaron a los titulares de todos los medios. Aunque hace algunos días toda la atención la acaparó otra familia real.

Todo comenzó hace una semana, cuando el gran duque Enrique de Luxemburgo anunció que cederá sus funciones como jefe de Estado a su hijo, el gran duque heredero Guillermo, a partir de octubre.  Este asumirá como lugarteniente-representante y antes de hacerlo deberá prestar juramento de defensor la Constitución. Se trata de la primera parte de un proceso que concluirá con la abdicación de su padre.

A pesar de tener 69 años, una edad relativamente joven para un monarca activo, Enrique de Luxemburgo no había tenido reparos en los últimos tiempos para hablar de un posible relevo en el trono. El último abril, horas antes de su cumpleaños, ya había adelantado una posible abdicación. “Llegará un día en que tendré que hacerlo, y en algún momento pienso retirarme. Eso es evidente”, sostuvo en el programa Place Royale de RTL.

En ese entonces, confirmó que había una fecha exacta, pero trascendió hasta ahora. “Todo esto se planea en consulta familiar. Creo que es muy importante dar una oportunidad a los jóvenes. La transmisión y la confianza son los dos elementos esenciales de mi relación con mi hijo Guillermo”, afirmó el monarca de Luxemburgo.

Esta será la segunda abdicación de la realeza europea en 2024. Pues en enero de este año, el 14 de enero, Margarita II de Dinamarca abdicó tras 52 años en el trono. Tras su renuncia, fue reemplazada por su hijo mayor, Federico X.

En la Corte danesa no había tradición de renuncias y la propia reina Margarita subió al trono tras la muerte de su padre, Federico IX. Sin embargo,  los achaques propios de la edad y una operación de espalda la hicieron pensar en el futuro y en la idea de que había llegado el momento de dejar paso a la siguiente generación. A pesar de su renuncia, la antigua monarca sigue conservando su título de Reina  y sigue perteneciendo a la Familia Real. Aunque su agenda institucional bajó considerablemente el número de actividades y ya no es jefa de Estado. 

Las abdicaciones más resonantes de la realeza europea

El último siglo fue, sin duda, una época de grandes cambios para las monarquías europeas. Se tuvieron que adaptar a contracorriente y dejar atrás costumbres y tradiciones para poder mantenerse en pie en una sociedad en constante transformación.

Durante este periodo, fuimos testigos de abdicaciones sorprendentes por parte de varios monarcas del viejo continente. Renuncias que generaron polémica y dejaron a todos con la boca abierta.

En 1936, el rey Eduardo VIII de Reino Unido dejó el trono de manera inesperada solo diez meses después de haber asumido la corona. ¿La razón? Quería casarse con Wallis Simpson, una divorciada estadounidense. La realeza inglesa no permitía que sus miembros contrajeran matrimonio con personas divorciadas, por lo que Eduardo VIII tomó la decisión de abandonar el trono. Fue la primera vez en la historia británica moderna que un monarca renunciaba voluntariamente.

En 2013, la reina Beatriz de Países Bajos optó por abdicar a favor de su hijo Guillermo Alejandro. Una decisión notable, considerando que la monarca era muy popular y respetada. Sin embargo, existía un sector de la sociedad que consideraba anticuada su forma de reinar. A pesar de esto, la renuncia de Beatriz al trono se vio como una transición suave y voluntaria.

En el caso del rey Juan Carlos I de España, su abdicación en 2014 también fue sumamente polémica. A pesar de haber sido una figura clave en la transición española a la democracia, diversos escándalos en los que se vio envuelto llevaron al monarca a tomar la decisión de ceder el trono a su hijo Felipe de Borbón. Casos como el caso Nóos y la caza de elefantes en Botswana mancharon su imagen y generaron controversia en temas económicos.