Este jueves se estrenó Máxima en MAX, la serie que narra la vida de Máxima Zorreguieta, desde sus raíces en Argentina hasta su ascenso a la nobleza europea. Delfina Chaves, la actriz argentina que interpretó a la monarca compartió detalles de la producción y reveló cuáles son las escenas que provocaron un escándalo en los Países Bajos.
Durante su estancia en en el país europeo, Chaves tuvo la oportunidad de sumergirse en la filosofía de vida neerlandesa. Según ella, tienen una relación diferente con el clima, conviven con las nubes y la lluvia; son prácticos, pragmáticos y muy rigurosos en sus decisiones; no hay tanta incertidumbre en sus vidas y la discreción es un valor importante en esa cultura.
A pesar de la discreción de la familia real holandesa (no dio el aval para la producción), en la serie Máxima se muestra a una argentina apasionada y cálida que rompió con esa discreción. La serie se basó en el libro Madre Patria de Marcia Luyten, quien tuvo acceso a personas cercanas a la reina y tuvo completa libertad para escribir lo que quiso.
La aceptación de la serie en Países Bajos es alta, ya que Máxima es querida y respetada por la gente. Sin embargo, las escenas de sexo de los "reyes" generó polémica en los Países Bajos. De hecho, en una función de prueba de audiencia, el público la desaprobó.
"Las escenas de sexo, sobre todo la escena en el primer capítulo, ¡todos botón rojo! Les causa mucha incomodidad", remarcó Chaves. "Y esto te lo repito, porque me lo dijeron, me pareció muy gracioso porque les daba la misma sensación que ver a su papá y su mamá teniendo sexo. Les parecía muy incómodo", añadió la actriz, en diálogo con Clarín.
En cuanto al casting, la hermana de Paula Chaves admitió que al principio fue escéptica sobre la posibilidad de obtener el papel, debido a las diferencias físicas con Máxima. Sin embargo, la producción estuvo dispuesta a invertir tiempo en la transformación física necesaria. La serie no buscó una imitación exacta de Máxima, sino contar una historia ficcionada basada en su vida.
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Quién es el padre de Máxima Zorreguieta: qué se sabe de Jorge Zorreguieta
Jorge Horacio Zorreguieta, un hombre con una vida marcada por la política y la controversia, es conocido principalmente por ser el padre de Máxima Zorreguieta, la Reina de los Países Bajos. Su historia personal y profesional ha sido objeto de interés y debate, especialmente debido a su participación en el gobierno argentino durante la última dictadura cívico-militar. A continuación los aspectos más relevantes de la vida de Jorge Zorreguieta, su relación con Máxima y el impacto de su pasado en la familia real neerlandesa.
La vida de Jorge Zorreguieta y su familia
Jorge Zorreguieta nació el 18 de enero de 1928 en Buenos Aires, Argentina, en el seno de una familia de ascendencia vasca. A lo largo de su vida, se destacó como empresario agrícola y político, alcanzando puestos de relevancia en el gobierno argentino. Se casó con María del Carmen Cerruti, con quien tuvo cuatro hijos: Máxima, Martín, Juan e Inés. Estos niños crecieron en el barrio porteño de Recoleta, donde tuvieron una infancia privilegiada, asistiendo a prestigiosas instituciones educativas como el Northlands School.
Antes de su matrimonio con María del Carmen Cerruti, Jorge Zorreguieta estuvo casado con Marta López Gil, una reconocida escritora y filósofa. De esa unión nacieron tres hijas: María, Ángeles y Dolores. La familia Zorreguieta-Cerruti llevó una vida acomodada en Buenos Aires, centrada en la educación y el bienestar de sus hijos.
El papel de Jorge Zorreguieta en la dictadura militar argentina
Uno de los aspectos más controvertidos de la vida de Jorge Zorreguieta es su participación en el gobierno argentino durante la última dictadura militar. Zorreguieta ocupó el cargo de secretario de Agricultura y Ganadería en un período inolvidable para toda la sociedad, caracterizado por graves violaciones a los derechos humanos cometidas por la junta militar que gobernaba el país.
El rol de Zorreguieta en este contexto fue objeto de críticas, tanto en Argentina como en el extranjero. En particular, el gobierno neerlandés, que fue uno de los más críticos hacia la dictadura argentina, mostró su preocupación por la relación de Máxima con la familia real debido al pasado de su padre. Países Bajos fue un refugio para muchos exiliados argentinos y un apoyo constante para organizaciones como las Madres de Plaza de Mayo, lo que hizo que la conexión de Máxima con Jorge Zorreguieta fuera especialmente delicada.
La participación de Jorge Zorreguieta en la dictadura fue un tema delicado durante las discusiones previas a la boda real. Finalmente, se decidió que Zorreguieta no asistiría a la ceremonia de matrimonio de su hija en 2002, una decisión que reflejó el deseo de evitar controversias y respetar la sensibilidad del pueblo neerlandés.