El lunes 5 de julio de 2021 murió Raffaella Carrà a los 78 años en Roma, la capital de su Italia natal, y quien la despidió a través de sus redes sociales oficiales fue nada menos que Mirtha Legrand. La diva argentina, que ya tiene 93 de edad, recordó cuando la brillante artista europea fue al piso para participar como invitada de su ciclo hace ya más de medio siglo.
"Despido con tristeza, pero con el recuerdo de su simpatía y talento, a una grande de la música italiana. En 1968 estuvo en Argentina y tuve la suerte de tenerla en mis almuerzos. Después vino a mi programa muchas veces, siempre ¡encantadora! ¡Adiós Rafaella!", fue el comunicado que publicó la famosa conductora junto con una foto de aquel momento en el que también estuvo el humorista Jorge Porcel, por ejemplo.
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La vida y obra de Raffaella Carrà
Raffaella María Roberta Pelloni nació el 18 de junio de 1943 en Bologna y empezó su carrera profesional a los 9 años, luego de haber sido elegida para un pequeño papel en la película Tormento del passato. Se matriculó a los 15 en el Instituto de Cinematografía, en el que se formó como bailarina. Trabajó en Hollywood en la década de 1960, pero retomó pronto su trayectoria en el Viejo Continente, tanto en el cine como en la televisión y en la música.
A partir de entonces, se transformó en un verdadero símbolo de la diversidad y de la libertad sexual en una época en la que no estaba bien visto que las mujeres exhibieran su cuerpo y se mostraran públicamente con poca ropa, algo que insólitamente le generó algunos problemas en diversos ámbitos tanto personales como profesionales.
Cuando el Vaticano censuró a Raffaella Carrà
En 1971, ella era presentadora del reconocido ciclo Canzonissima, en el que presentó un nuevo ritmo que sacudió a los italianos más conservadores: el Tuca Tuca. “El Vaticano, a través de su periódico L’Osservatore Romano, lo censuró. Según ellos, el baile era muy atrevido y transgresor porque el bailarín que estaba frente a mí me tocaba diversas partes del cuerpo”, le detalló por entonces Carrà al diario ecuatoriano El Telégrafo. En ese momento, el Papa era justamente de su misma nacionalidad: Pablo VI, cuyo nombre de pila era Giovanni Battista Enrico Antonio María Montini.
El Tuca Tuca fue una danza "caliente" para ese tiempo que se le ocurrió al director televisivo Gianni Boncompagni, quien pretendió que fuese una suerte de juego. Allí, ella y su pareja se tocaban las rodillas, las caderas, los hombros y la frente. Sin embargo, la RAI (la TV pública italiana) la prohibió y la misma protagonista aportó los detalles al respecto bastante más tarde.