El amor es una de las incógnitas más grandes del universo y fue objeto de estudio en psicología por décadas. En ese sentido, hay una teoría muy reconocida sobre las relaciones llamada "triángulo de Sternberg". Se trata de un concepto desarrollado por el psicólogo Robert Sternberg a fines de los años 80 donde se afirma que el amor está compuesto por tres elementos: la intimidad, la pasión y el compromiso.
Este triángulo simboliza gráficamente cómo se equilibran estos tres factores en una relación. Por ejemplo, una pareja puede tener más intimidad que pasión, o más compromiso que intimidad, y estos equilibrios determinan el tipo de "amor" que predomina en un vínculo. En ese sentido, la psicología usa este modelo para analizar el estado de una relación y detectar cuáles son las áreas que necesitan más trabajo.
El psicólogo Alberto Ruano Teruel, asegura que esta herramienta es útil para descomponer las relaciones en sus elementos básicos. Al hacerlo, los profesionales pueden entender mejor los puntos fuertes y débiles de una pareja y trabajar específicamente en los aspectos que requieren más atención.
Por qué es importante tener en cuenta el triángulo de Sternberg para las relaciones
Cuando una relación carece de intimidad, por ejemplo, es probable que los involucrados se sientan distanciados emocionalmente. Por otro lado, si lo que falta es pasión, la relación puede volverse rutinaria y perder su chispa. Es por esto que considerar el triángulo de Sternberg es crucial porque sugiere que el amor es flexible y puede ir variando con el tiempo. Es que los tres componentes no son estáticos: la pasión puede disminuir durante momentos de estrés, por ejemplo, pero puede recuperarse con esfuerzo y comunicación. De la misma forma, la intimidad puede desarrollarse a través de la confianza entre pares y el tiempo que comparten.
Por otro lado, la intimidad es uno de los aspectos más clave en una pareja, ya que se refiere tanto a los sentimientos de cercanía emocional como a la comunicación mediante la cual lo expresan. En un vínculo amoroso la intimidad puede manifestarse como aceptación, apertura y empatía, tres cualidades que favorecen un ambiente de confianza y amor. Además, este componente se relaciona directamente con el deseo sexual y la conexión emocional que existe entre los miembros de la pareja.
Sin embargo, cuando la intimidad disminuye, está comprobado que el deseo sexual y la satisfacción general en la relación también se vean afectados. Es por esto que la psicología recomienda que para restaurar el equilibrio en un vínculo amoroso, hay que trabajar en la comunicación abierta, especialmente en torno a la sexualidad y todo lo que la engloba. Por ejemplo: hablar de las preferencias y necesidades sexuales de cada uno puede fortalecer la conexión íntima y revitalizar la pasión.
Sin lugar a dudas, según los expertos, el "triángulo de Sternberg" es una herramienta fundamental en la psicología para comprender y mejorar las relaciones de pareja. Ya que al analizar cómo se combinan la intimidad, la pasión y el compromiso, los profesionales pueden guiar a las personas hacia relaciones más equilibradas y satisfactorias para los dos.