La muerte de la reina Isabel II impactó en todo el mundo ya que llevaba 70 años en el trono de Gran Bretaña, desde donde vivió algunos de los hitos más importantes de la segunda mitad del siglo XX y los primeros 20 años del XXI. Pero una de las cuestiones que más sorprendió a muchas personas fue que Nostradamus anticipó en 1555 la muerte de un figura política mundial para este año. Qué otras predicciones quedan para el 2022.
"La muerte repentina del primer personaje, será cambiado y pondrán a otro en su reino", fue una de las profecías que Nostradamus escribió para el 2022 a mediados del siglo XVI y que muchos recordaron en las últimas horas. Es que la noticia de la muerte de la reina Isabel II sorprendió al mundo no solo por lo que significó la monarca para la historia contemporánea sino también porque para muchos implicó que el famoso boticario francés volvió a acertar con un pronóstico.
La 3 profecías y predicciones de Nostradamus para el 2022 que restan
- "Bajo el clima babilónico opuesto, grande será sin derramamiento". De acuerdo a lo que indican los expertos, Nostradamus advierte sobre los cambios climáticos, la falta de agua, el crecimiento sostenido del hambre en el mundo y la posibilidad de que se desate una guerra entre dos países.
- "Templos sagrados del tiempo romano, rechazarán los cimientos de su fundación". En esta profecía, Nostradamus advirtió sobre el final de la Unión Europea, que curiosamente hace poco sufrió la salida de Gran Bretaña
- "Alrededor de la Gran Ciudad, habrá soldados alojados en campos y suburbios". De acuerdo a lo que consideran varios investigadores, Nostradamus hace referencia a que una ciudad poderosa y reconocida puede ser invadida por una potencia enemiga.
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Quién fue Nostradamus y a qué se dedicaba
Nostradamus fue un boticario francés que estudió en la Universidad de Aviñón y luego en la Universidad de Montpellier, aunque fue expulsado porque descubrieron a qué se dedicaba en lo laboral. Luego, se desempeñó como astrólogo para clientes de mucho dinero. Se casó con Anne Ponsarde y tuvo seis hijos. En 1555 publicó el libro Les Prophéties (Las Profecías) y fue muy aclamado por Catalina de Médici, esposa de Enrique II y reina de Francia entre 1547 hasta 1559. El 2 de julio de 1556, y a partir de un edema provocado por la enfermedad conocida como "gota severa", murió en Salón de Provenza (Francia).
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