Con dulce de leche, crema pastelera, bañados, con azúcar o sin ella, los churros son una de las comidas que más representan la cultura gastronómica de los argentinos. Si bien son varias las confiterías que día a día los cocinan, son relativamente pocas las churrerías de Argentina que se atreven a innovar en busca de nuevos rellenos para la tradicional comida. Una de ellas es la histórica El Topo, que lanzó una edición limitada de churros de vitel toné para anticipar la Navidad, no sin antes levantar una "grieta churrera" entre fundamentalistas de los sabores clásicos y curiosos que se animarían a degustar la delicia festiva.
“Churros rellenos con salsa de vitel toné. Edición limitada para las fiestas. Próximamente", anticiparon en las redes sociales oficiales de Churros El Topo, que tiene locales en en Ciudad de Buenos Aires, Bariloche y la Costa Atlántica. La publicación despertó a una ola de usuarios que se manifestaron a favor y en contra del novedoso churro. "Hay gente presa por mucho menos", "Banco a morir vengan de a 9", "No puede ser real" y "Terrorista culinario" fueron algunos de los comentarios más divertidos de tuiteros que arrobaron la publicación.
Cabe destacar que la fábrica de churros tiene amplia experiencia en la elaboración de esta preparación con sabores poco convencionales. En el listado de rellenos que trabajan hay churros de crema de limón, de nutella, con jamón y queso, roquefort y pasta de aceitunas, entre otros.
El Topo, una fábrica de churros con historia
Los churros que desataron la polémica fueron puestos en venta a partir del miércoles 8 de diciembre en las sucursales de El Topo con el siguiente anuncio oficial: "Primera tanda de los de #VitelToné en la madriguera de Constituyentes. Los roedores le entraron como lima nueva. Yo lo acompañé con una fresca. También pueden ir con un @gin_alma con pepino y pimienta y mucho hielo. Fíjense. #LlorenChicosLloren".
Según la información que puede buscarse en la web de la churrería, la historia de El Topo comienza con Hugo y Cacho quienes, "después de varios intentos frustrados de poner churrerías en Buenos Aires, en el verano del 68, instalaron la primera churrería de Villa Gesell". El emprendimiento fue un éxito y actualmente hay 6 sucursales abiertas a lo largo del país.