La NASA está en pleno desarrollo de una serie de misiones con el objetivo de descubrir evidencias de vida extraterrestre. Entre estos proyectos se destaca el envío del robot Dragonfly a la luna de Saturno. Estas misiones buscan explorar la habitabilidad de la vida fuera de la Tierra y determinar de qué tipo podría ser. Para lograr esto, la NASA tiene previsto lanzar en 2024 el Europa Clipper y en 2028 las misiones Dragonfly Titán y ExoMars Rover.
El Europa Clipper se centra en realizar un análisis detallado de la luna Europa de Júpiter, con el fin de investigar si podría albergar condiciones adecuadas para la vida. Esta misión espacial, que colocará una nave en órbita alrededor de Júpiter, es considerada la más grande jamás construida por la NASA para este tipo de proyectos. Si bien el lanzamiento está programado para 2024, la nave no llegará a Europa hasta abril de 2030.
Dragonfly es un helicóptero robótico que tiene como destino Titán, la luna más grande de Saturno. Titán es considerada un análogo de la Tierra primitiva y se espera que brinde pistas sobre el surgimiento de la vida en nuestro planeta. Durante su misión de 2,7 años, Dragonfly explora diferentes ambientes, desde dunas orgánicas hasta el suelo de un cráter de impacto donde existieron agua líquida y materiales orgánicos clave para la vida.
Sus instrumentos se encargan de estudiar la química prebiótica, las propiedades atmosféricas y superficiales de Titán, así como también los depósitos oceánicos y líquidos subterráneos en busca de evidencia química de vida pasada o existente. Se espera su llegada en 2034, convirtiéndose en la primera nave en realizar vuelos propulsados y totalmente controlados en cualquier luna.
Por último, el Rosalind Franklin ExoMars Rover es un proyecto de la Agencia Espacial Europea en colaboración con la NASA. Este rover de seis ruedas tiene como destino Marte, donde busca signos de vida pasada a través de un taladro de muestreo y un cajón de laboratorio.
El objetivo es encontrar materia orgánica en las muestras recolectadas, ya que ciertas moléculas orgánicas específicas podrían proporcionar pistas sobre el potencial de vida en Marte. Se espera que se anuncie una nueva fecha de lanzamiento a finales de este año, luego de que la asociación con Roscosmos de Rusia se terminara tras la invasión de Ucrania.
Imágenes impactantes: la NASA captó una enorme erupción solar
El Sol protagonizó un impresionante espectáculo cósmico al desatar una erupción solar de clase X8.7, la más grande registrada en casi dos décadas, según informó el Observatorio Solar Dinámico de la NASA. Este fenómeno dejó boquiabiertos a los astrónomos y científicos por su extraordinaria magnitud y su potencial impacto en el sistema tecnológico terrestre.
La erupción solar fue catalogada por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y marca un acontecimiento clave en el ciclo solar actual de 11 años. Los expertos señalan que el ciclo solar se acerca a su apogeo y esto aumentó la actividad solar en los últimos días.
El Observatorio Solar Dinámico de la NASA capturó imágenes impresionantes de este estallido de rayos X, que proporcionaron valiosos datos para la investigación científica en el campo de la astrofísica y la física solar. Bryan Brasher, del Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA, mencionó que la clasificación de la erupción podría aumentar a medida que los científicos analicen exhaustivamente la información recopilada de diversas fuentes.
Las erupciones solares son poderosas explosiones de energía que pueden afectar las comunicaciones por radio, las redes de energía eléctrica, las señales de navegación y representar riesgos para las naves espaciales y los astronautas, explicó la página web oficial de la agencia espacial estadounidense, enfatizando el impacto que estas llamaradas solares pueden tener en nuestras tecnologías.
Aunque esta erupción solar no representó un peligro directo para la Tierra, algunos satélites operados por la NASA y la Estación Espacial Internacional tuvieron que tomar precauciones adicionales para mantenerse a salvo dentro de las áreas protegidas.
Laura Morales, doctora en astrofísica y especialista en física solar, explicó que lo ocurrido se trató de una fulguración o llamarada solar, y fue la fulguración de mayor intensidad observada en este ciclo solar. Cada ciclo solar experimenta picos de actividad solar, y en este momento nos encontramos cerca de su máximo, lo que implica una mayor probabilidad de eventos energéticos como el observado recientemente.