La comunidad científica se enfrenta a un nuevo desafío con el avance del telescopio espacial James Webb de la NASA. Gracias a esta tecnología, se logró observar galaxias gigantescas conocidas como "monstruos celestiales", que se formaron en los inicios del universo. Este descubrimiento pone en duda teorías existentes y plantea interrogantes sobre la formación de galaxias.
El telescopio James Webb, con su avanzada tecnología infrarroja, permitió a la NASA observar más allá de las nubes de polvo y gas que limitan la visión de otros telescopios. Según un grupo de astrónomos, se encontró evidencia de estrellas masivas en proto-cúmulos globulares, agrupaciones de millones de estrellas presentes en miles de galaxias en el universo. Estas estrellas se formaron tan solo 440 millones de años después del Big Bang.
El descubrimiento de estas estrellas en una galaxia ubicada a 13.300 millones de años luz, denominada GN-z11, abre la posibilidad de encontrar las primeras pistas de la existencia de estas estrellas extraordinarias. Según la profesora Corinne Charbonnel, estos resultados desafían las teorías actuales sobre la formación de galaxias, ya que se pensaba que este proceso ocurría de forma gradual y a lo largo de miles de millones de años.
La presencia temprana de estos cúmulos de estrellas en la historia del universo, cuando este tenía tan solo un 3% de su edad actual, sugiere que el proceso de formación de galaxias pudo haber sido mucho más rápido e intenso de lo que se creía. Esto plantea nuevas incógnitas sobre cómo se desarrollaron estas estructuras gigantes.
Además, se determinó que la composición química de estas estrellas presenta anomalías que no se encuentran en ninguna otra población estelar. Los estudios revelan que estos cúmulos globulares, que tienen entre 10.000 y 13.000 millones de años, contienen proporciones muy altas de nitrógeno y una densidad de estrellas excepcionalmente alta, lo cual solo puede ser explicado por la existencia de estrellas supermasivas.
Este país de Sudamerica será inhabitable, según un estudio de la NASA
La mayor nación de Sudamérica enfrenta un futuro crítico debido al calentamiento global. Según el informe de NASA, algunas partes de Brasil podrían volverse inhabitables para los seres humanos debido a los niveles extremadamente peligrosos de temperatura y humedad proyectados para el año 2070. Este fenómeno es consecuencia del aumento de los niveles de gases de efecto invernadero que, si no se toman medidas, seguirán elevando las temperaturas a nivel global.
Las áreas tropicales y subtropicales de Brasil son particularmente vulnerables, según destaca el informe de la agencia espacial estadounidense. Estas regiones ya experimentaron altas temperaturas, pero el aumento previsto en la humedad agravaría el problema. Esta combinación de factores podría llevar a situaciones en las cuales el cuerpo humano no pudiera refrigerarse adecuadamente, lo que aumentaría el riesgo de golpes de calor y otros problemas de salud.
Las proyecciones de la NASA para el año 2050 indican que varias regiones del mundo podrían encontrarse en condiciones inhabitables. En particular, países del sur de Asia como Pakistán e India correrían el riesgo de sufrir olas de calor extremas y altos niveles de humedad peligrosos. Estas condiciones tendrían un impacto negativo en la calidad de vida, pero también podrían tener consecuencias devastadoras en la agricultura y la economía.
El Golfo Pérsico y las áreas costeras del Mar Rojo también están en peligro. Las elevadas temperaturas y la alta humedad en estas regiones podrían llegar a niveles extremos, lo que las convertiría en lugares inadecuados para la vida humana. La combinación de calor y humedad ya representó un desafío en estas áreas, pero las proyecciones para el año 2050 son aún más alarmantes.
Además, en China, las proyecciones indican que las temperaturas podrían superar los 35 grados Celsius, un umbral crítico para la supervivencia humana. Mientras que en Estados Unidos, los estados del medio oeste como Arkansas, Iowa y Missouri también podrían experimentar cambios drásticos en las próximas décadas que afectarían la salud y el bienestar de sus habitantes.
La NASA enfatizó que el cambio climático no discrimina y que todas las regiones del mundo están en riesgo. Es por eso que hizo un llamado urgente a tomar medidas globales para mitigar los efectos de este fenómeno. Los científicos enfatizan la necesidad de tomar medidas inmediatas y efectivas para proteger estas regiones y garantizar la habitabilidad para las futuras generaciones.