El reconocido fotógrafo francés Pierre Gonnord falleció el domingo pasado 21 de abril en Madrid, a los 60 años, luego de luchar duramente contra la leucemia. Desde que llegó a la capital española en 1988, Gonnord se destacó en el arte del retrato fotográfico, logrando capturar la esencia del alma humana a través de sus profundas imágenes.
Con un estilo único y psicológico, utilizó técnicas de claroscuro que resaltaron cada detalle en los rostros de sus sujetos. Sin adornos ni accesorios, los rostros de gitanos, vagabundos y monjes emergieron frente a un fondo negro, capturados en momentos efímeros al amanecer o al atardecer.
"El fotógrafo tiene el compromiso de sugerir y de denunciar", afirmó Gonnord, quien se destacaba no solo por su técnica, sino también por su respeto y compromiso hacia aquellos que retrató. Antes de realizar las fotografías, convivió e integró en las comunidades, construyendo así un vínculo de confianza que le permitió capturar la esencia de sus sujetos de manera auténtica y respetuosa. Su objetivo fue ir más allá de una simple copia de la realidad, transmitiendo sensibilidad y dignidad en cada retrato.
La carrera de Gonnord estuvo marcada por su interés en capturar a comunidades en peligro de extinción. Exploró lugares remotos y marginados, como nómadas, temporeros y criadores de caballos en la Raya entre España y Portugal, así como también monjes en el Alentejo y los Cárpatos. Una de sus series más memorables fue la de los mineros de Asturias, donde logró transmitir la dureza y el espíritu de estas comunidades.
Formado como autodidacta en fotografía y con estudios en Economía en París, Pierre Gonnord dejó una huella profunda en el mundo del arte. Sus obras fueron exhibidas en importantes espacios a nivel internacional, como el Museo Reina Sofía y el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. Además, fue galardonado con el Premio Internacional de Fotografía Ciudad de Alcobendas y el Premio de Fotografía de la Comunidad de Madrid, consolidándose como uno de los grandes fotógrafos contemporáneos.
Con su partida, el mundo del arte pierde a uno de sus grandes maestros del retrato, pero su legado perdurará en cada una de sus imágenes, desafiándonos a mirar más allá de la superficie y conectarnos través de la mirada de los demás.
Murieron los gemelos siameses más longevos de la historia: cuantos años tenían
Lori L. y George A. Schappell, los gemelos siameses más longevos del mundo, fallecieron a los 62 años el pasado 14 de abril en el Hospital de la Universidad de Pensilvania. Aunque no se dieron detalles sobre la causa de su muerte, los Guinness World Records confirmaron la noticia.
Nacieron el 18 de septiembre de 1961 en West Reading, Pennsylvania, las hermanas Schappell estuvieron unidos por el cráneo, compartiendo vasos sanguíneos y sufriendo una rara condición conocida como gemelos craniópagos. A pesar de esta situación, lucharon por tener una vida independiente.
George, quien nació como mujer y se llamaba Dori, se identificó como varón y cambió su nombre. Siguió su sueño de convertirse en cantante de country, realizando diversas presentaciones en Estados Unidos en 2007. Por otro lado, Lori se consideraba muy femenina y tuvo varios noviazgos, incluso estuvo comprometida en matrimonio.
Aunque compartieron su vida, cada uno tuvo su propia habitación y sus propios intereses. Respetaron las decisiones que tomaron de manera separada. Además, George tenía espina bífida, lo cual hizo que midiera menos que su gemela y necesitara ser empujado en un banco con ruedas adaptado para su movilidad.