Julián Weich, uno de los conductores más emblemáticos de la televisión argentina, supo dejar una huella indeleble en diversos programas en la pantalla chica a lo largo de su carrera. Con 57 años de edad, Weich lideró ciclos exitosos como "Todo es posible", "Sorpresa 2002", "Pelito", "Justo a Tiempo" y "Sorpresa y 1/2", entre otros.
Además de sus logros profesionales, Weich construyó una familia numerosa y apostó por el amor en su vida personal. Durante su matrimonio con Valeria Wainer, fue padre de Iara, Jerónimo y Tadeo. Y aunque su relación matrimonial enfrentó altibajos y finalmente terminó en separación, Julián encontró el amor nuevamente con Bárbara Esses, con quien tuvo a su cuarto hijo, Tomás, el más joven de sus herederos.
Con cuatro hijos propios y dos ahijados mozambiqueños, Larcio y Jossias, que vivieron con él durante una década en Argentina, Julián Weich interpreta diariamente el papel más significativo de su vida: la paternidad. Aunque tuvo mucho éxito en el mundo del espectáculo, sus hijos mantienen un bajo perfil y prefieren alejarse de los reflectores y las polémicas.
Cómo es la vida de los hijos de Weich, en palabras de su padre
Recientemente, Julián reveló detalles sobre la vida de sus hijos en una entrevista, rompiendo su habitual hermetismo respecto a su vida familiar. "Los chicos están muy bien. Tadeo tiene 25 años y actualmente está dando clases de esquí en Japón. Jerónimo, que es mi hijo hippie y sustentable, vive en la zona de Los Hornillos, en Córdoba. Está trabajando en la reutilización de ropa, lo cual es genial", compartió Julián con Revista Pronto.
"Y el más joven, Tomás, tiene 19 años. Estudia en la universidad, trabaja y está muy bien. Vive la mitad del tiempo conmigo y la mitad con su mamá", añadió Weich, mostrando su orgullo por la diversidad de intereses y actividades de sus hijos.
Weich y sus ahijados mozambiqueños
Larcio y Jossias son dos jóvenes mozambiqueños que fueron apadrinados por Julián Weich y vivieron con él durante diez años en Argentina. La relación entre Julián y estos jóvenes se estableció a través de un programa de apadrinamiento, que facilita la conexión entre niños de países en desarrollo y familias o individuos dispuestos a brindarles apoyo y oportunidades.
Tal como contó en una entrevista en enero, ambos hijos adoptivos contaron con una beca de estudio en la Universidad Católica Argentina (UCA). Jossias, el más chico de los dos, logró terminar dos carreras, mientras que Larcio ahora mismo se encuentra terminando su carrera a distancia.
El presente de Julián Weich y su alejamiento de los medios
Julián Weich optó por un perfil más bajo en los medios de comunicación, alejándose de la pantalla de televisión para enfocarse en sus lazos familiares más importantes. A través de sus acciones y palabras, demuestra el profundo amor y un enorme compromiso por sus hijos, destacando que su rol como padre es su mayor prioridad y fuente de satisfacción en la vida.