Elena es una superviviente. A sus 104 años ha conseguido superar una neumonía provocada por el coronavirus. La mujer ha derrotado a la enfermedad tras estar 14 días ingresada en un centro sanitario de Madrid. Su historia sirve de inspiración para todos aquellos que la han atendido.
El Hospital Gregorio Marañón de Madrid ha dado de alta por curación de COVID-19 a su paciente número 4.149. No es la primera persona que salvan en el centro sanitario, ni tampoco la última. Su cifra tampoco es redonda. Sin embargo, su historia es sorprendente, como poco. Y es que la paciente número 4.149 es Elena, una mujer de 104 años.
Elena permaneció 14 días ingresada en el área de hospitalización de Medicina Interna. Llegó al Gregorio Marañón con varios síntomas que indican el contagio por coronavirus: decaimiento general, cansancio y fiebre. Todo esto desembocó en una neumonía provocada por el SARS-CoV-2. Eso sí, en ningún momento hubo que proporcionarle oxígeno. No obstante, sí que recibió un tratamiento específico, ya que su avanzada edad es uno de los mayores factores riesgo.
Sin embargo, Elena pudo salir adelante y tras dos semanas en el centro sanitario consiguió superar la enfermedad. "Elena es toda una superviviente, el año pasado superó un ingreso por gripe A y este año ha superado una neumonía fruto de una infección por COVID-19", explica a la Agencia Efe el doctor Álvaro Alejandre de Oña, del Servicio de Medicina Interna del Marañón, que ha estado tratando a la paciente centenaria.
Un relato de superación que ha dado fuerza a los médicos, enfermeras y auxiliares del Servicio de Medicina Interna del Hospital Gregorio Marañón. Uno de los centros sanitarios que más enfermos ha atendido en España. En periodos pico de la pandemia atendió a más de 1.000 pacientes ingresados en el centro. Solo en la segunda ola han ingresado más de 2.300 personas con coronavirus. En estos momentos, todavía hay 96 contagiados en el hospital, de los cuales 23 están en cuidados intensivos. Unas listas de las que Elena ya no forma parte.
"Para nosotros ha sido un honor cuidar a Elena. Es una alegría para todos ver a una paciente como ella salir adelante, ya que es una enfermedad que tiene muchos riesgos y en muchas ocasiones de extrema gravedad, pero Elena es la prueba de que hay pacientes que, aunque sean muy mayores, se pueden curar y para nosotros es una satisfacción enorme", indica Álvaro Alejandre.
Entre aplausos y vítores fue despedida la centenaria mujer. Elena ha querido dedicar unas palabras a todos sus cuidadores. "Gracias a todos, muchas gracias y salud, mucha salud". Ahora toca volver a su hogar, donde reside sola y lleva una vida completamente independiente. Solo pide una cosa. "Salud que no falte y que se arregle todo para bien", desea Elena (Sputnik)