Los videojuegos evolucionaron notablemente desde sus inicios hasta convertirse en una experiencia inmersiva en la que los sonidos, las imágenes y la historia se combinan para ofrecer aventuras digitales impresionantes. Un elemento clave en esta evolución gaming es la memoria, que no solo permite que los programas funcionen, sino también que los
Durante este mes, en el que se celebra el Día Mundial del Gamer el 29 de agosto, fecha instaurada en 2008 por un grupo de revistas especializadas, busca resaltar la importancia de los videojuegos como entretenimiento y como una actividad que une a millones de personas en todo el mundo.
La historia de los videojuegos
Si retrocedemos en el tiempo, vemos que el primer videojuego, "Nought and crosses" (conocido como Tic tac toe o Gato), lanzado en 1952, solo requería una memoria base para poner en marcha la máquina. Luego, en 1966, Ralph Baer desarrolló lo que sería el primer videojuego doméstico, "Fox and Hounds", que marcó el inicio de la era de las consolas con la aparición de la "Magnavox Odissey".
A partir de ahí, surgieron nombres icónicos como Atari, Nintendo, Sega, entre otros, que popularizaron los videojuegos en las décadas de 1970 y 1980. En esa época, los cartuchos de memoria fueron la base del almacenamiento de los juegos, ya que permitían a los jugadores cambiar de un juego a otro fácilmente.
Con el paso de los años, la tecnología avanzó y, en la década de 1990, los gráficos y las historias se volvieron más complejos con el salto de 8 bits a 128 bits, lo que ofreció experiencias de juego mucho más inmersivas. Las memorias jugaron un rol crucial, no solo almacenando los programas de los videojuegos, sino también permitiendo a los jugadores guardar sus progresos y personalizar sus experiencias de juego.
Los altos requerimientos de hoy
En el presente, los videojuegos alcanzaron un nivel de complejidad tal que requieren grandes cantidades de espacio de almacenamiento y memoria RAM. Para los jugadores más moderados, se recomienda un mínimo de 32 a 64 GB de RAM, mientras que los más exigentes optan por hasta 128 GB.
Hoy en día, se desarrollaron una amplia gama de productos diseñados para satisfacer las necesidades de los gamers, desde las memorias DDR3 hasta las DDR5, así como unidades SSD, que ofrecen capacidad y rendimiento superiores. Gracias a estas innovaciones en memoria y almacenamiento, los jugadores pueden disfrutar de experiencias de juego fluidas y emocionantes, donde los tiempos de carga y la capacidad de guardar y continuar sus partidas son fundamentales para una experiencia completa.