Este video no es apto para impresionables. Es que en Puerto Elizabeth, Sudáfrica, una ballena se tragó a un buzo que se encontraba fotografiando diferentes especies marinas. Afortunadamente, el hombre sobrevivió ya que fue soltado por la protagonista.
El episodio, que data del 11 de marzo de 2019, tuvo a Rainer Schimpf al borde de una tragedia. Junto a su equipo, se dirigió a Puerto Elizabeth para grabar un cardumen de sardinas. Y allí ocurrió lo impensado: en medio de su actividad, un cetáseo de 15 metros y 25 toneladas lo tragó.
“Había empezado a filmar delfines, tiburones, alcatraces, pingüinos y cormoranes que se alimentaban de sardinas cuando, llegando desde el fondo, un rorcual de Bryde surge súbitamente”, enfatizó Schimpf, quien logró sobrevivir a este episodio.
El relato del sobreviviente
Por otra parte, el sobreviviente aseguró que el cetáceo comprendió que su presa no era quien él imaginó: “Sólo fueron unos segundos, hasta que el rorcual se dio cuenta de su error y abrió la boca para escupirme”.
La esposa del buzo protagonista de este suceso y un fotógrafo lograron documentar este momento. De hecho, el mismo puede observarse en el canal de YouTube Beastly. Las imágenes, que dieron la vuelta al mundo, generaron conmoción en diferentes países del planisferio. Ahora, un año y medio después, se han convertido en virales dentro de Sudamérica.
Qué es un rorcual de Bryde
Es una especie de cetáceo misticeto integrante de la familia Balenopteridae. Si bien es el menos conocido e inusual de los rorcuales, es quien ha tragado al buzo en Sudáfrica. Más allá de su impresionante tamaño, dentro de su género es el más pequeño.
Prefiere aguas templadas y tropicales, y tienen costumbres costeras en lugar de pelásgicas. Sin embargo, mantienen la característica de "barbados" gracias al sistema de alimentación filtrada que utilizan. Con él, pueden barrer el plancton y diferentes tipos de fauna marina de tamaño pequeño. Generalmente, se alimentan de peces.
Por lo general, esta especie tiene una cabeza ancha y corta, de 40 a 80 pliegues gulares, y ojos grandes. Se puede reconocer fácilmente por tres crestas longitudinales sobre su cabeza (desde el morro hasta el orificio de respiración).
Su dorso es negro oscuro o azulado, mientras que su vientre posee un color crema que se difumina a rojo grisáceo hacia el centro del mismo. Si bien algunos ejemplares tienen manchas grisáceas, las mismas pueden ser costras producidas por parásitos o ataques de tiburones.