El regreso potencial del fenómeno conocido como "La Niña" podría acarrear repercusiones desfavorables para el clima en Argentina, según alertó Juan Borus, del Instituto Nacional del Agua (INA). Este modelo, caracterizado por temperaturas más bajas de lo habitual en el Océano Pacífico tropical, ocasionó escasez de precipitaciones en la zona de la Cuenca del Plata y generó un marcado déficit de agua.
Según Borus, se observa un cambio notorio en las condiciones climáticas y la capacidad de regulación hídrica se encuentra agotada. Además, indicó que la situación actual guarda similitudes con la de abril de 2020, cuando se experimentó una escasez de lluvias semejante y las tomas de agua estuvieron inactivas en Puerto Iguazú y en la ribera misionera del Paraná.
A pesar de que la situación actual es algo mejor que la de 2020, claramente es peor que la de un año atrás, lo cual preocupa a los especialistas del Instituto Nacional del Agua. "La variabilidad climática está tan marcada que hace que la capacidad de pronóstico sea muy limitada y nos vamos manejando mayormente con lo que se conoce como período subestacional, que son los siguientes 15 días", explicó Borus en una entrevista.
En lo que respecta a los ríos Paraná y Uruguay, Borus destacó que la escasez de lluvias es más intensa en el caso del Paraná, con un déficit hídrico muy acentuado. Esta situación provocó una reducción del caudal que ya es muy inferior a lo normal, lo que podría impactar seriamente el suministro de agua en la región. Si no se producen lluvias de importancia, la situación no mejorará.
En cuanto al nivel del río Paraná, el INA anticipó una marcada disminución en las últimas semanas, llegando a la marca de 1,50 metros frente a las costas de Santa Fe. Se espera que este descenso continúe, con un posible nivel de 1,33 metros para el próximo martes 16 de abril, y de 1,21 metros para el 23 de abril, lo que representa un escenario preocupante para la navegación y el suministro de agua en la región.
Ante este panorama, los especialistas del Instituto Nacional del Agua advierten acerca de los posibles efectos negativos que podría generar el retorno de "La Niña" en la segunda mitad de este año, instando a seguir de cerca la evolución del clima y a tomar medidas preventivas para mitigar los impactos de la escasez de lluvias y el déficit hídrico en el país.
"La Niña" es un fenómeno que forma parte de un ciclo natural-global del clima conocido como El Niño-Oscilación del Sur. Dicho evento está asociado a períodos de sequía, como el atravesado durante el Gobierno de Alberto Fernández en su último año de mandato; por lo que podría volver a darse dicha situación a partir de mediados de 2024.
¿Qué son los fenómenos El Niño y La Niña?
El Niño y La Niña son fenómenos climatológicos globales que tienen como consecuencia diversas alteraciones de las condiciones que impactan en el planeta. Por un lado, el primero de ellos, consiste en el calentamiento de las aguas superficiales de la región ecuatorial del Océano Pacífico y suele estar asociado con el aumento de precipitaciones en varias zonas de Sudamérica. Esto, lógicamente, genera beneficios y problemas en el agro (inundaciones, crecimiento del caudal de los ríos o lluvias que contribuya a las cosechas).
Por su parte, a diferencia del primero, La Niña implica el enfriamiento de las aguas superficiales del Pacífico y genera períodos largos de sequía que provocan importantes pérdidas en la actividad agropecuaria. Durante el 2022-2023, cuando se vio afectado el 50% del territorio, Argentina sufrió una pérdida económica de cerca de 15 mil millones de dólares. Esto podría complicar, aún más, los planes del presidente Javier Milei, quien busca darle prioridad al campo en su plan de gobierno mientras carga con medidas que hunden aún más a la industria nacional.