“En diferentes momentos de mis 22 años de carrera tuve como 50 veces mis 15 minutos de fama y siempre es efímero. Una y otra vez: el audio de Moria de ‘mucho chongo como nunca’, el vedette hombre, el exnovio de Fernando Peña, el que se chapa a Paco Amoroso en un videoclip. Tengo muy bien trabajado ese lado de la exposición porque sé que el medio no te da nada, sino que te quita cosas. Lo que me parece peligroso es ver còmo hay personas que se comen el cuento de la fama y cuando las olvidan, se desesperan por exposición”, dice Juan Pablo Mirabelli en un bar del barrio de Caballito para una entrevista con El Destape. El actor, que en los últimos meses tuvo un renacer artístico con sus personajes en Nave Nodriza, el programa de stream de Moria Casán, se prepara para volver al teatro en Como nunca... ¡otra vez!, un café concert junto al periodista Franco Torchia.
En el espectáculo, Mirabelli compone 5 personajes entre los que se encuentran el vedette hombre y "la petera presidencial", entre otras creaciones bajo la dirección de Alejandro Tantanian, uno de los directores más respetados de la escena teatral actual.
¿A partir de qué situación o de qué persona se te ocurrió que podías ser “vedette hombre”?
- La idea apareció cuando estaba viviendo en México, en un momento de mi vida donde estaba un poco desprogramado con la actuación y que me tuvo tres años haciendo comerciales, una actividad “que te roba el alma”. Resulta que una amiga española, una artista muy popular que se llama Roma Calderón, había llegado a México para dar unos talleres de cabaret y yo tenía ganas de conectar con mi lado artístico, así que fui a los encuentros y gracias a ese curso me enteré quién era la vedette Lina Morgan.
Lina Morgan fue una señora actriz que cantaba y hacía cuadros musicales. Motivado por su figura, busqué meterme en el mundo del vedettismo y crear algo por mi lado… así surgió la idea de ser un vedette hombre. Ser vedette hombre no es ser una drag, trans o transformista. Yo no oculto que tengo pelos en el cuerpo.
Y salís al escenario como vedette: con plumas y conchero.
- ¡Es un sueño! Me da mucha risa, me siento medio mamarracho cuando me veo al espejo con la plumas pero como no soy pudoroso, sino más bien exhibicionista, lo disfruto. La verdad es que tengo la suerte de estar dirigido por Alejandro Tantanian, que es impecable y no se le escapa un solo detalle, y eso hizo que esté más seguro de mí mismo y disfrute más el salir a escena. No estoy nadando en el vacío de no saber qué va a pasar: tengo un margen de improvisación, pero con un recorrido del que no me puedo salir.
Con Franco Torchia recuperan la cultura del café concert y el monólogo político en un momento histórico en el que muchos artistas no quieren hablar de política. ¿Qué te genera esta situación?
- Hay gente que se posiciona, pero me cuesta ver ese nivel de compromiso en los más jóvenes que, por lo general, son los que tienen más exposición. Quisiera creer que no se la juegan por miedo a perder el trabajo y no por miedo a perder seguidores en las redes sociales… Me pasa eso, que en algunos casos de artistas no les veo compromiso con resguardar el honor de nuestra sociedad. Hay muchos que se están haciendo los boludos, incluso gente que en otros momentos históricos se ha llenado los bolsillos haciendo humor político y en este momento está absolutamente callada y ocupando espacios de mucha visibilidad, hablando de cómo les gusta hacer la chocotorta, si con más dulce de leche o más Casancrem. Eso me da mucha tristeza, me provoca un bajón impresionante y la verdad es que no quisiera nunca en la vida llegar a ese nivel de mediocridad.
La verdad es que, al principio, me costaba atreverme a hacer humor en este contexto triste y decadente porque no sabía si era el momento adecuado con todos los horrores de Javier Milei y su Gobierno, pero no me dan otra opción y tampoco encuentro otra alternativa como para sublimar tanto espanto. Creo que con este espectáculo le damos la vuelta de una manera muy inteligente.
Juan, vi hace poco un recorte de hace algunos años en el que aparecés en el programa de espectáculos Infama, a raíz de este show y de ser el “vedette hombre”, y sentí que el trato para con vos era desde la burla. ¿Es errada mi percepción?
- No está errada. Creo que estos programas de espectáculos no le dan el espacio a nadie para hablar de lo que está haciendo y prefieren quedarse con lo anecdótico. Cuando fui al estudio de Infama también habían sentado a Adriana Aguirre con la intención de que nos peleemos al aire. ¡Cómo me voy a pelear con Adriana, a ella la quiero para que me enseñe a vivir! Básicamente, creo que los programas de chimentos buscan permanentemente conflictos y peleas, y la verdad es que estoy más para desarmarlos y llevarlos para el lado simpático y amoroso.
Hace poco me quisieron enfrentar con Marixa Balli en LAM, porque en el streaming de Moria conté que el tono del personaje de “la petera del Presidente” era el de una mina bien arriba y desenvuelta como Marixa Balli. Pero no asocié a Marixa con una petera, y de todas formas no encuentro qué es lo malo en ser petera. A raíz de esto en LAM me dieron por todos lados: vinieron hasta mi casa, me hicieron un móvil… entiendo el trabajo del notero, pero todo el tiempo la intención era generar un conflicto, no aceptar mis disculpas y capítulo cerrado. La conclusión que yo saco es que a Ángel de Brito y su equipo no les interesa profundizar en lo que hago artísticamente porque no les interesan mucho las personas más allá de los personajes que rindan para una pelea.
En el programa de stream de Moria Casán estás teniendo una linda reivindicación como artista. Tengo entendido que vos sos amigo de Sofía Gala Castiglione, su hija, ¿cómo es trabajar con la mamá de tu amiga?
- Soy amigo de Sofía y con Moria tengo muy en claro que si bien somos muy cercanos y compinches, para mí ella es la mamá de mi amiga. Está esa cosa respetuosa que uno tiene con los padres de sus amigos. Hay temas de los que no se me ocurriría hablar con Moria porque los reservo para mis amigos más íntimos.
Es un vínculo más profesional…
- No, porque es muy humano y va más allá del trabajo que hacemos…¡nos llevamos tan bien que hasta podría irme de vacaciones con Moria!
Como nunca…¡otra vez! hace referencia a aquel audio que te envió Moria Casán y se hizo viral convirtiéndote en meme. ¿Vos filtraste ese audio?
- Ese audio estaba en mi teléfono y se lo debo haber pasado a alguien que no recuerdo, y después ese alguien lo terminó filtrando y se convirtió en ringtone, en meme. Vivía en México cuando explotó el audio y me enteré por un mensaje de un pibe de Argentina que me decía que se había reído mucho con lo que me había mandado Moria. No entendía nada porque estaba lejos... Hoy lo pienso y la verdad es que era una papa caliente, quizás no lo tendría que haberlo compartido de forma tan inconsciente.
¿Moria se enojó con vos?
- Yo estaba aterrado porque tenía miedo de que ese audio le causara algún problema y ella no le dio importancia. “No pasa nada, papi”, me dijo. Lo único que le preocupó es que en el audio decía que tenía dos o tres enamorados y con la viralización se le cagaba esa trampa. Mi preocupación era porque en una parte del audio ella dice “con coco y con aditivos” y ese coco que la gente entendió que era cocaína en realidad era Coco, su chofer que estaba con ella (risas).
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"En el fondo soy medio payaso triste"
¿Cómo te iniciaste en la actuación?
- Siendo muy chico, como putito de Luján que participaba en todos los actos del colegio. Ese fue el principio y después desarrollé una atracción muy fuerte con el teatro: pasábamos con el auto por la puerta del teatro del pueblo y me quedaba pegado al vidrio. Me captaba absolutamente la atención, era un teatro hermoso. Creo que la primera obra que vi fue a los 5 años y me fascinó, era La Novicia Rebelde. Siempre tuve claro que quería ser actor. Después crecí, me vine a la Ciudad de Buenos Aires a estudiar en el IUNA y se me abrió un mundo nuevo, pero de pronto había algunas cosas que me daban bastante paja.
¿Qué cosas?
- Y… no tenía ganas de estudiar Historia del teatro argentino 1, 2 y 3, o Rítmica. Mi acercamiento y mi formación en el teatro es más lúdica, y con esto no quiero decir que no me parece súper interesante y necesario ese tipo de contenidos, pero no van conmigo. Cuando me escapé de la facultad terminé sumándome a la tesis de unos compañeros a los que les faltaba un actor para una obra, en una materia donde la catedrática era la enorme actriz Lorena Vega, y fue una experiencia muy gratificante. Me fui haciendo actor.
Cuando cursaba segundo año en el Conservatorio ya trabajaba en teatro profesional, ganaba buen dinero y no tenía el tiempo para estudiar, ya que hacía funciones de miércoles a domingos. Además de todo eso, mi vida entre los 18 y los 30 años fue un caos no del todo conveniente.
¿Ese primer trabajo profesional fue con Fernando Peña, tu expareja?
- Sí.
¿Cómo se conocieron?
- En una serie de eventos afortunados y desafortunados a la vez. Básicamente, era muy joven, tenía 19 años, y lo conocí en el 2002 en una fiesta que dio en su casa a la que fui como acompañante de un amigo-novio. Si bien empezamos como amigos, en ese encuentro hubo una atracción muy fuerte y así nos quedamos juntos hasta su muerte. Estuvimos separados solamente por poco tiempo.
¿Fue el gran amor de tu vida?
- No. Aunque lo amé mucho y todavía sueño con él, tuve otro gran amor. Aún así, Fernando fue una persona que sacó grandes cosas de mí y me abrió las puertas a sus proyectos a pesar de que era muy celoso de su carrera. Hicimos 5 obras juntos, de las cuales 3 éramos él y yo nada más, conmigo fue muy generoso y, a la vez, terrible y mezquino.
Veo toda esa parte de mi vida a la distancia y admiro el coraje que tuve para pararme junto a él y frente a él para enfrentarme a ese monstruo que era Fernando, en el buen sentido y en el mal sentido también. Antes me costaba más hablar de él, pero ahora me gusta hacerlo y creo que también es una forma de honrarlo. Creo que él hasta sentiría como un halago que lo llame “monstruo”.
¿Por qué era un monstruo?
- Fue un tipo complicado, toda su vida fue una perfo muy profunda y podía ser un tipo insoportable. Te digo esto y a la vez siento que tengo un deber muy grande de honrar su memoria de la manera que nadie lo hace, porque Fernando está muy mal recordado. De pronto, la gente habla de él como un humorista cuando en realidad no tenía nada de humorista sino más bien de dramático y atormentado. Lo que me da bronca es que gente que se hizo con él -con lo poco que son gracias a él- y hoy llena teatros no lo reivindique. Son mediocres… la verdad Fernando eligió muy mal con quienes rodearse.
¿Estás en pareja?
- No estoy en pareja ni enamorado. Me deprime mucho todo el sistema para conocer gente que proponen las aplicaciones. Uso Grindr y me parece un bajón porque no se puede conectar con nadie… Estoy roto, solo, a veces soy inseguro y hay días en los que me siento una basura y me quiero suicidar, pero honestamente no me interesa la validación externa y creo que estas apps van un poco hacía ese lado. En el fondo soy medio payaso triste.
Como nunca… ¡otra vez! estrena el viernes 1° de noviembre a las 23.59 hs en el Teatro Picadero (Pasaje Santos Discépolo 1857, CABA). Entradas en venta por Plateanet y en boletería del teatro.