El psicólogo Gabriel Cartañá, conocido por su participación como panelista en Bendita, lanzó declaraciones que generaron polémica, en las que sugirió que tendría sexo con sus pacientes como parte del tratamiento.. El licenciado expresó que una joven tuvo un comportamiento que no se esperaba en su consultorio y terminó con una nefasta frase.
"Fue hace muchos años, era una paciente jovencita, una mujer muy hermosa que tenía 27 o 28 años en ese entonces. Ella estaba muy acostumbrada a que su belleza era su herramienta y su arma para lidiar con la vida y la terapia estaba empezando a llegar a zonas dolorosas para ella. Este es mi análisis”, expresó el experto en psicología en alusión al momento en que una paciente se quitó la ropa en plena sesión.
Cartañá continuó su descargo y añadió: “Entonces, ella empieza a boicotear la terapia planteando una transferencia erótica hacia mí diciéndole que yo le gustaba. Yo le decía que no era una opción romántica para ella. Yo estaba en un lugar más cerca al padre y ella seguía insistiendo. Los primeros diez minutos de cada sesión durante dos meses discutíamos por qué no teníamos relaciones”.
“Un día se ve que vino con todas las pilas puestas, aparte por su historia tenía conformado que todos los hombres eran malos. Necesitaba ponerme a prueba y sacarme de ese lugar. Ella se sacó la ropa, vino sin ropa interior, totalmente desnuda. Y le dije: ‘No estoy viendo nada que no supiera antes de que te desnudaras, sos muy bonita. Ahora por favor vestite’”, continuó el psicólogo y cerró: “Yo le dije: ‘Voy a acostarme con una paciente el día que yo considere que la paciente necesite terapéuticamente tener sexo con su terapeuta, no es tu caso y no creo que sea ninguno’. Y seguimos trabajando, siguió trabajando un tiempo más y seguía viniendo”.
La furia de Gabriel Cartañá contra Gustavo Cordera
El psicólogo hizo alusión a la irresponsabilidad de Gustavo Cordera al emitir sus resonantes declaraciones en las que se refirió a las mujeres que necesitarían ser violadas. “Lo que te podría decir es que es un impertinente. Porque hay cosas que se dicen en un ámbito que no se deben decir en otro ámbito. Además, que deben ser dichas por determinadas personas para que no se malinterprete”, comenzó Cartañá.
“Si yo estoy en un Congreso o un Ateneo de psicólogos, y digo que hay un grupo de mujeres que para poder llegar al placer necesitan sentir que son violadas, lo estoy diciendo desde un contexto clínico. No estoy diciendo que las mujeres necesitan ser violadas. Jamás lo diría públicamente”, cerró.