Desde el inicio de la cuarentena, Juana Viale se cargó al hombro los ciclos de almuerzo y cena de su abuela, la mítica Mirtha Legrand, con relativo éxito gracias a los explosivos invitados que sentó a la mesa. En una de las emisiones de este último fin de semana, Viale recordó el momento en que la acusaron de golpista y señaló a todos sus haters como los responsables. "Me dolió mucho que me dijesen golpista", sentenció.
"Recibo todo el tiempo muchos mensajes de personas, tanto fanáticos de mi abuela como gente más joven que empezó a engancharse ahora. Dicen que es una re compañía el programa. Así que haters. ¡Soy esencial", arrancó, picante. Luego, agregó que "La Chiqui" está continuamente pendiente de su trabajo en El Trece: "Nunca me dice que estuve mal, porque es muy positiva. Por ahí sí me marca si tengo que mejorar algo".
Tras el comentario inicial, la conductora rememoró una polémica pregunta dirigida hacía Alberto Fernández, cuándo se cuestionó si este terminaría su mandato de cuatro años. "Me afectó muchísimo que me dijeran golpista, por eso tuve que escribir algo, porque me sentí muy señalada. Fue una pregunta sin mala intención, yo lo único que quiero es que a la Argentina le vaya bien, me es indistinta la bandera que tenga el Presidente", expresó.
Y agregó: "Me afectó porque yo no soy política, no tengo una banda roja, blanca o de cualquier otro color. Estoy acá con intención de proporcionar información y con gente que puede opinar mucho más que yo. Entonces, me afectó bastante que me trataran de golpista o gorila, que, entre paréntesis, es un animal muy inteligente. No me gusta que me cataloguen".