Oriana Sabatini volvió a las pistas y estrenó su nuevo videoclip 325, después de un año sin sacar música. Su último estreno había sido Lo que Tienes, su dúo con Rusherking, que superó las 14 millones de reproducciones en la plataforma. Ahora, la hija de Catherine Fulop volvió por más y se lució como la protagonista de este nuevo audiovisual, que narra una historia de desamor a través de un elemento muy particular: una lluvia de sangre.
“Otra vez son las 3:25 / Y tu llamado no lo quiero atender / Porque te conozco bien, te descifro / Y en esa mierda ya no vuelvo a caer”, entona Oriana en el video musical, en el que aparece lookeada con trajes negros, ajustados al cuerpo y bañada en un charco de sangre, una estética bastante distinta y mucho más arriesgada a sus trabajos anteriores pero que logró cautivar a su público.
“Este tema nació en uno de mis viajes a Miami. Fue una de las épocas donde recién estaba arrancando a trabajar con Universal y me acuerdo que entré al estudio y le dije al productor y a los compositores: ‘Quiero experimentar sonidos de diferentes géneros’”, relató Oriana tras el estreno del audiovisual.
Sabatini indicó que esta canción significa una nueva etapa en cuanto a su carrera, su persona y su imagen como artista. “Siento que es un tema del cuál estoy orgullosa, que me representa, mismo con el video. En pocas palabras, podría decir que para mí representa un nuevo camino. Es un sueño poder desarrollar mi nueva música con un equipo tan increíble, con la experiencia de alcanzar cosas gigantes”, añadió.
Para diferenciarse del resto, Oriana buscó crear un sonido y una estética por fuera de la música urbana que está de moda actualmente. “Me dio miedo de caer en el cliché de reggaetón pop romántico, pero le mostré unas referencias de canciones que me gustaban de ese estilo y el productor captó a la perfección lo que quería lograr”, expresó con emoción.
Lluvia de sangre: el concepto que Oriana Sabatini eligió para 325
La cantante contó que el concepto detrás del video surgió a raíz de una conversación que tuvo con el director. “Nos pasaba que nos estaba costando un poco encontrar una idea que fuese original. Yo siempre en mis propuestas trato de tener algún que otro escenario que sea impactante a la vista y ahí mi manager tiró la idea de tener una situación en una casa donde empieza a llover sangre”, señaló.
Inmediatamente, Oriana y su equipo notaron que la lluvia de sangre era una idea original, atractiva y que iba con el concepto que buscaban representar. “Esa idea después fue mutando de diferentes maneras. La sangre era lo que quedó de esa idea principal, pero nos encantó y siento que tiene que ver un poco con lo que dice la letra de la canción, llevado a un extremo. El tema habla del desamor y todas esas cuestiones. Cuando uno piensa en amor, piensa en rojo”, reflexionó.
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