Con una vasta trayectoria como periodista y productor cinematográfico, a principios de 2020 Axel Kuschevatzky decidió instalarse en California, junto a su mujer y sus hijos Pedro (13) y Julia (9), para tener una base en los Estados Unidos y poder continuar con sus proyectos laborales, que lo obligan a viajar constantemente. Sin embargo, a pocas semanas de su mudanza, estalló la pandemia del COVID-19 y sus planes sufrieron algunos cambios. ¿Qué fue de su vida?
"Me vine a vivir acá, porque estaba laburando por muchos lugares al mismo tiempo... ¿Quién iba a decir que iba a hacer todo esto y que no iba a poder subirme a un avión durante un año y medio?", contó son simpatía en una entrevista con Espléndidos e infidentes, el programa que conducen Adriana Salgueiro y Matías Alé en La 990.
"Por laburo venía entre 7 y 10 veces por año, durante veinte años. A lo mejor estaba haciendo una transición y no me daba cuenta. Yo había armado una productora -Infinity Hill- e hicimos una serie para la BBC en Inglaterra todo con celulares y computadoras", explicó Kuschevatzky sobre el proyecto protagonizado por David Tennant y Michael Sheen, que tuvo gran aceptación por parte del público y contó con la participación de artistas mundialmente conocidos, como Samuel L. Jackson, Ewan McGregor, Christoph Waltz. "Tuvimos veinte invitados, uno más groso que el otro", detalló Axel.
Y analizó la condiciones en las que traba la industria audiovisual en la actualidad. “Estamos filmando en condiciones muy caras, por la cuestión de protocolos todo se aumenta entre un 15 y 20 por ciento. Cuando tenés una película chica es un tema, pero con una película grande es un fangote de guita. Es tremendo", explicó. Y agregó: "No es que el mercado se dio vuelta, sigue pagando lo que cree que una película vale y hoy, esa es la parte mas complicada, pero esta acomodándose".
Sobre su trabajo en la ceremonia de los Premios Oscar, en la que fue el único periodista latinoamericano acreditado, admitió que se maneja con naturalidad para entrevistar a las estrellas y figuras destacadas de Hollywood, pero hay tres cuestiones que le generan inseguridad. "Me pone nervioso estar en vivo para 90 millones de familias de Latinoamérica, quedar como un tarado o no saber, me desespera hablar de algo que no sé", reveló.
Y ahora que pasó la entrega de los premios más importantes de la industria, se prepara para comenzar el rodaje de una película argentina en junio, aunque aclaró que no puede dar detalles todavía y en julio, trabajará en el nuevo proyecto de Lucía Puenzo en México. Además, forma parte del equipo de Granizo, la película de Netflix que protagoniza Guillermo Francella. "Cuando era chico me gustaba el cine, me gustaba mucho, se volvió una idea obsesiva y no me pude dedicar a otra cosa por mas que hubiera querido", manifestó.