Un festival de música electrónica en una playa del este de España ha instalado carpas en las que los juerguistas pueden someter sus bebidas a un test de drogas para asegurarse de que no contienen sustancias psicoactivas introducidas en ellas sin su consentimiento.
En el llamado "punto violeta" del Medusa Sunbeach Festival, trabajadores sociales atienden también posibles casos de violencia de género o abusos sexuales.
Los kits de análisis, pioneros en España, detectan GHB, también conocido como éxtasis líquido, una droga de fiesta incolora e inodora que actúa como depresor del sistema nervioso central. En los últimos años ha cobrado notoriedad como droga de las violaciones.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Los puntos violetas que se despliegan en concentraciones públicas como ferias y conciertos son una iniciativa del Ministerio de Igualdad español, en colaboración con los gobiernos locales, para ayudar a las víctimas y testigos de acoso sexual y violencia de género. Su nombre deriva del color morado asociado al movimiento feminista.
Rosana Gálvez, trabajadora social de la red de mujeres de la Comunidad Valenciana, afirma que las pruebas son una forma de prevenir las agresiones sexuales.
Las muestras se toman con cuentagotas de las bebidas de los asistentes y se introducen en un tubo de ensayo con un reactivo químico. Si el líquido contiene GHB, se vuelve de color rojo brillante. El protocolo obliga a alertar a los servicios de emergencia y a las fuerzas del orden siempre que se produzca una reacción positiva.
"Creo que el punto violeta es muy importante. En un festival estás rodeado de mucha gente y es muy normal que alguien te eche algo en la bebida sin que te des cuenta", dijo a Reuters Adriana Barros, de 18 años.
Raquel, de 23 años, que no quiso dar su apellido, dijo que era tranquilizador "tener un lugar donde, si te pasa algo, sabes que puedes acudir para pedir ayuda o consejo".
Medusa, el mayor festival de música electrónica de España, celebró su décimo aniversario con más de 56.000 asistentes a las actuaciones del sábado, según los organizadores.
En 2022, saltó a los titulares cuando los fuertes vientos provocaron el derrumbe de una estructura metálica, matando a un joven de 22 años e hiriendo a casi 40 personas.
(Reportaje de Eva Manez; Redacción de David Latona; Editado en español por Juana Casas)