Una extraña huella descubierta en la superficie de Marte genera fuerte interés y desconcierto en la comunidad científica. Las imágenes fueron tomadas por el Rover Curiosity de la NASA y los especialistas no descartan ninguna teoría, entre las que se encuentra la posibilidad de que se trate de un fragmento de una nave espacial extraterrestre.
A poco de haber cumplido 10 años en Marte, el Rover Curiosity volvió a dar que hablar en las últimas semanas en la comunidad científica. Es que el vehículo que explora el planeta rojo sigue entregando información de sus recorridas y generando intriga entre los especialistas.
Una de las más recientes situaciones que sembró dudas entre los expertos fueron las imágenes en la que se ve "la roca más extraña" que vio en los 20 años que lleva estudiando a Marte, según reveló la astrobióloga Nathalie Cabrol en sus redes sociales. En su ascenso del Monte Sharp, Curiosity captó una curiosa forma en el suelo, que fue comparada con una hilera de dientes de tiburón o el espinazo de un dragón semienterrado.
Sin certezas hasta el momento, los especialistas no se atreven a descartar ninguna teoría de las que están dando vueltas, inclusive que podría tratarse de un fragmento de una nave espacial extraterrestre. "Uno solo puede especular sobre los orígenes extraterrestres. Las imágenes de Marte a menudo muestran formaciones extrañas que parecen objetos familiares", opinó el profesor Richard Armstrong de la Universidad de Aston.
El propio Armstrong inclusive aseguró en un trabajo de investigación que podría tratarse de "puntas de arena" como las que se forman en la Tierra durante los terremotos fuertes. Además, consideró que es poco probable que estas formaciones tengan que ver con las diez naves espaciales hechas por humanos que desaparecieron o se estrellaron en Marte, como se especuló en un momento.
La NASA compartió la fecha de la extinción de la Tierra
La Tierra a lo largo de su historia sufrió seis extinciones masivas y, según los científicos, nuestro planeta ya ingresó en proceso de la séptima. De acuerdo a los especialistas, este fenómeno ocurre en un periodo corto geológico en el que desaparece un gran porcentaje de la biodiversidad en todo nuestro mundo.
Al igual que el resto del universo, la Tierra se encuentra en un constante movimiento y cambio. Es por eso que los expertos siguen de cerca su composición biótica y abiótica con el propósito de estudiar su historia y comportamiento.
El último episodio de este estilo fue hace 65,5 millones de años y acabó con la vida de los dinosaurios. Pero la nueva extinción masiva será muy diferente: científicos de la Universidad de California Riverside (UCR) y Virginia Tech indicaron que la séptima extinción masiva de la Tierra está relacionada con las condiciones ambientales junto con el declive en la población.
Las conclusiones del estudio se relacionan más que nada con la sexta extinción masiva. Según un informe publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, tuvo lugar en el período Ediacárico. En ese entonces, los organismos perdidos en esta extinción masiva fueron muy parecidos a las anteriores y destacaron que fue por los cambios ambientales que habría una pérdida del 80% aproximadamente de todos los seres ediacáricos. De este modo, en la séptima extinción masiva de la Tierra podría suceder algo similar.
Los investigadores también destacaron que el trabajo no fue sencillo, ya que uno de los principales retos que se les presentó fue diferenciar la sexta extinción de las ocurridas previamente. Pues las especies que murieron tenían un cuerpo blando y su conservación fósil no es óptima, lo que dificulta la observación de su tamaño corporal, capacidad de movimiento, dieta y hábitos de casi todas estas especies.
“Podemos ver la distribución espacial de los animales a lo largo del tiempo, por lo que sabemos que no solo se mudaron a otro lugar o se los comieron, sino que se extinguieron”, explicó Chenyi Tu, la coautora del estudio sobre la séptima extinción masiva de la Tierra y paleoecóloga de la UCR.