En las últimas horas, la NASA (Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio) volvió a sorprender al haber publicado una imagen nítida increíble que demuestra la existencia del mar de dunas en Marte. La foto indica las temperaturas de la zona representadas en dos colores falsos pero que sirven para diferenciarlas: el azul exhibe las áreas más frías y el amarillo son las propias dunas calentadas por el sol.
En total, tiene alrededor de 31 kilómetros de ancho y, por lo tanto, cubre lo equivalente a seis territorios completos de Cuba o al tamaño de España. La postal dada a conocer por la famosa agencia espacial estadounidense es una combinación de imágenes captadas por el sistema de emisión de fotos termal de la sonda Mars Odyssey entre diciembre de 2002 y noviembre de 2004.
Lanzada el 7 de abril de 2001, llegó a la órbita de Marte el 24 de octubre y es la sonda de allí que más tiempo pasó en el espacio. Utiliza esta herramienta para detectar la presencia de agua y de hielo en el planeta rojo, algo que siempre ha estado en estudio y bajo la investigación permanente también.
Mars Odyssey le debe su nombre a la novela homónima de ciencia ficción 2001: Una odisea espacial, de Arthur C. Clarke. Antes de su lanzamiento, el propio autor bendijo la misión. Durante dos décadas, la nave, que fue diseñada para cartografiar el planeta, ha desempeñado labores de localización de agua en forma de hielo, evaluación de zonas de aterrizaje y estudio de las lunas del lugar.
Esta imagen, cuya ubicación en Marte es 80.3 grados de latitud norte y 172.1 grados de longitud este, es una especie de 'souvenir' del trabajo que ha realizado el Mars Odyssey en estas dos décadas. En ese tiempo, el dispositivo no solamente ha descubierto tesoros de agua helada como el 'mar de dunas'. También ha servido como enlace de las comunicaciones con las otras naves, lo que ha allanado el aterrizaje de otros vehículos. Con ello, facilitaría igualmente que futuros astronautas pisen el sitio de forma segura.
¿Hay vida en Marte?
Hasta la fecha aún no se ha podido encontrar evidencia definitiva que confirme la existencia presente o pasada vital allí. Aun así, hay constancia acumulativa que favorece la posibilidad de que, en el pasado, haya albergado agua y que esta haya sido óptima para poder sostener vida.
No obstante, la presencia de condiciones habitables no indica necesariamente la existencia de vida. Por ello, aunque el consenso general de la comunidad científica descarta la posibilidad al menos en la actualidad, persisten dudas sobre si alguna vez hubo vida cuando su atmósfera era más densa y había agua en abundancia sobre la superficie.