Nuestro planeta habita un vecindario cósmico lleno de asteroides errantes por la Sistema Solar, cometas que nos visitan y hasta objetos de origen desconocido.
Tal fue el caso del que pasó ayer a menos de 50.000 kilómetros de la Tierra y del que los científicos todavía se preguntan si es una pequeña luna que no puede escapar de la gravedad de nuestro planeta o se trata de un satélite ya en desuso que no cayó y sigue orbitándonos. Además, los astronómos ya pronostican que volverá a pasar dentro de unos meses, en febrero o marzo del año que viene.
El objeto fue llamado ’2020 SO’ tras ser descubierto el 17 de septiembre último por el telescopio Pan-STARRS de Maui (Hawái). En un principio se pensó que el ’2020 SO’ era un asteroide que podría medir entre 4,5 y 10 metros de diámetro, pero los científicos del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS - Center for Near-Earth Object Studies) de la NASA lo descartaron y consideran que no se trata “en absoluto” de un cuerpo natural.
Paul Chodas, director del CNEOS, afirmó que el cuerpo ’2020 SO’ es un cohete propulsor de la sonda Surveyor 2, la fallida misión lunar Atlas-Centaur 7 de la NASA que fue lanzada desde la rampa 36A de Cabo Cañaveral al espacio el 20 de septiembre de 1966. Uno de los indicios certeros por los que los expertos afirman que se trata de un objeto artificial es que el mismo se desplaza a solo 0,6 kilómetros por segundo, una velocidad muy inferior a la de la gran mayoría de los asteroides, que normalmente alcanzan entre 11 y 72 kilómetros por segundo.
“En este mismo momento #2020SO está teniendo su vuelo seguro con nuestro planeta, a unos 50.000 km de nosotros. Aquí hay una imagen que hicimos anoche: mira cómo cambia su brillo regularmente, mientras este objeto (el amplificador de Surveyor 2) gira. El objeto es el rastro punteado que ves allí”, informó el proyecto Virtual Telescope en su cuenta de Twitter.
Poco después de su despegue el 20 de septiembre de 1966, el Surveyor 2 se separó de su propulsor como estaba previsto, pero el control de la nave espacial se perdió un día después cuando uno de sus propulsores no se encendió, lo que hizo que girara. La nave espacial se estrelló contra la Luna el 23 de septiembre de 1966. Mientras tanto, el cohete Atlas-Centaur de la etapa superior pasó junto a la Luna y desapareció en una órbita desconocida alrededor del Sol.
Asteroide peligroso
El asteroide 2020 WD5 se acercará a la Tierra la madrugada mañana y fue clasificado como “potencialmente peligroso” por los astrónomos que lo siguen. El planetoide viajará a una velocidad de 30,43 kilómetros por segundo según los datos de la NASA.
Se trata de un asteroide tipo Apolo que posee un diámetro de entre 110 y 250 metros, por lo que su tamaño se equipara a entre dos a cinco piscinas olímpicas, lo que dependerá de su dimensión exacta. Además, la distancia mínima a la que se situará del planeta terrestre será de 0,042 au. La NASA lo define como “potencialmente peligroso”, ya que presenta una distancia mínima de intersección orbital inferior a 0,05 au y una magnitud absoluta de brillo menor a 22,0, en este caso 21,9 au. Se considera peligroso a todo planetoide que pase a menos de 7 millones y medio de kilómetros de la Tierra.
La hora prevista en la que el asteroide 2020 WD5 se encuentre en el punto más cercano al planeta terrestre son las 5:27 de la mañana, hora peninsular española. Aun así, no es posible medir el momento exacto en que el planetoide se acerque a la Tierra, ya que presenta una incertidumbre de tiempo de 2,84 minutos, por lo que podría darse una ligera variación.
Aunque el planetoide 2020 WD5 se considere “potencialmente peligroso”, presentará una distancia nominal de acercamiento de 6.517.977 kilómetros. Por lo tanto, existen muy pocas posibilidades de que colisione contra el planeta terrestre.