La arqueóloga dominicana Kathleen Martínez estaba buscando junto con su equipo las tumbas de Cleopatra y Marco Antonio al oeste de Alejandría. Gran sorpresa se llevó cuando encontró una momia que aún conservaba una lengua de oro.
Recientemente 16 tumbas de la época grecorromana fueron descubiertas al norte de Egipto, en el templo de Taposiris Magna. Dentro de las sepulturas excavadas encontraron momias en mal estado, pero una de ellas tenía algo muy particular.
Para los especialistas, la lengua del esqueleto que tiene más de 2000 años era parte de un ritual durante el proceso de embalsamamiento tan característico de la cultura egipcia de la Antigüedad.
En ese momento, la lengua del difunto fue extraída y reemplazada con láminas doradas a fin de que el sujeto pudiera comunicarse con el tribunal de Osiris en la otra vida.
Los egipcios de la Edad Antigua creían en varios dioses. Uno de ellos era Osiris, el amo del inframundo y juez de los muertos a quien había que rendirle cuentas una vez abandonado el mundo terrenal.
Si bien no pueden determinarlo con exactitud, los arqueólogos suponen que los individuos posteriormente momificados vivieron entre el 304 y el 30 a.C.
Más hallazgos
El director General del Ministerio de Antigüedades de Alejandría, Khaled Abo El Hamd, sumó al listado más hallazgos. La misión arqueológica en Taposiris Magna también encontró una máscara funeraria de una mujer, partes de una corona de oro y otras máscaras funerarias de mármol que, 2000 años después, se conservan intactas.
Anteriormente, en el mismo templo, se habían encontrado varias monedas con el nombre y el retrato de Cleopatra VII, la última reina de la dinastía ptolemaica de habla griega, que gobernó Egipto del 51 al 30 de a. C.
Fue a partir de este descubrimiento que los investigadores encontraron Taposiris Magna, el enorme sitio arqueológico de siete kilómetros construido por el faraón Ptolomeo IV Philopator, quien gobernó entre el 221 y el 204 antes de Cristo