El mate, una tradición arraigada en la cultura sudamericana, va más allá de ser simplemente una bebida: es un ritual social que fomenta la conexión entre las personas. Sin embargo, para disfrutar plenamente de esta experiencia, es esencial prestar atención a la temperatura del agua utilizada. Un estudio de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) arroja luz sobre la temperatura ideal y recomendada para el agua del mate, destacando la importancia de cuidar no solo el sabor, sino también la salud.
La temperatura ideal del mate
El estudio de la UNaM sugiere que el agua para el mate debe encontrarse en un rango de temperatura que va de los 37°C a los 55°C. Este intervalo asegura que la bebida sea agradable al paladar y, al mismo tiempo, evita posibles lesiones en la mucosa digestiva. Calentar el agua a temperaturas excesivas puede comprometer esta barrera inmunológica, la primera línea de defensa contra microorganismos y otros agentes externos.
Para lograr un mate rico y saludable, se aconseja calentar el agua inicialmente entre 75°C y 80°C. Este rango permite que la temperatura descienda a un nivel seguro al momento de sorber la infusión. Este detalle no solo contribuye al placer de beber mate sino que también protege la salud gastrointestinal.
Consejos prácticos para el consumo de mate
Además de la temperatura, existen prácticas recomendadas para disfrutar del mate de manera óptima. Uno de los consejos más importantes es calentar solo la cantidad de agua que planeás consumir. Esto evita el desperdicio y asegura que cada sorbo se mantenga en el rango de temperatura deseado.
En caso de que sobre agua caliente, la sugerencia es no desecharla. Podés reutilizarla para otros fines, como cocinar o regar las plantas. Este enfoque sostenible no solo reduce el desperdicio, sino que también resalta la versatilidad del agua caliente en diversos contextos diarios.
El origen del mate y su importancia cultural
El mate tiene sus raíces en los pueblos guaraníes, que utilizaban las hojas del árbol como una bebida, objeto de culto y hasta como moneda de cambio. Durante las extensas travesías por la selva, los conquistadores españoles notaron que los guaraníes exhibían mayor resistencia después de consumir esta bebida sagrada. Con el tiempo, el mate se convirtió en un elemento central en la vida diaria de la región y más allá.
Estadísticas argentinas sobre el consumo de mate
Según datos del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), en Argentina se consume un promedio de 6,4 kg de yerba mate por habitante al año, y esta infusión está presente en más del 90% de los hogares. Las estadísticas reflejan no solo la popularidad del mate sino también sus beneficios para la salud.
La yerba mate contiene vitaminas del grupo B, actúa como un poderoso antioxidante, brinda un efecto energizante y contribuye a reducir el colesterol LDL y los triglicéridos. Estos beneficios adicionales hacen del mate más que una bebida; es un aliado para el bienestar general.