"Todos somos extraños", la aclamada película de Disney+, capturó la atención del público desde su estreno. Este drama romántico, con tintes fantásticos, fue adaptado por Andrew Haigh de la novela Strangers de Taichi Yamada. La historia sigue a Adam, un guionista que, tras un encuentro fortuito con su vecino Harry, se ve arrastrado a un viaje emocional y sobrenatural. A continuación, se desglosa el final de la película y lo que podría significar para los personajes y la audiencia.
Un desenlace entre la vida y la muerte
El final de "Todos somos extraños" deja a la audiencia con más preguntas que respuestas. Tras su último encuentro con los fantasmas de sus padres, Adam regresa a su apartamento, solo para descubrir un olor inquietante proveniente del hogar de Harry. Al entrar, encuentra el cuerpo de Harry en descomposición, con la botella de whisky vacía en su mano, la misma que había traído consigo al principio de la película.
Este momento sugiere que Harry, tras ser rechazado por Adam, regresó a su apartamento y consumió una combinación letal de alcohol y drogas, culminando en su muerte. Lo que sigue es una revelación desconcertante: Adam ha estado involucrado románticamente con un fantasma. La película mezcla elementos de realidad y fantasía, desdibujando las líneas entre lo que es real y lo que no lo es, lo que refleja el estado emocional y mental de Adam a lo largo de la historia.
El miedo de Adam y su confrontación con el pasado
La relación de Adam con Harry es profundamente simbólica, especialmente en lo que respecta a su miedo al VIH. Durante la película, Adam muestra una aversión al contacto físico debido a su temor de contraer la enfermedad, un temor que ha moldeado gran parte de su vida. Este miedo se convierte en un obstáculo para su capacidad de amar y de ser amado.
Después de enfrentarse a los fantasmas de sus padres en Croydon, Adam comienza a abrirse emocionalmente. Este proceso lo lleva a intimar con Harry, aunque no sin antes expresar su miedo. La película utiliza símbolos, como los carteles de información pública sobre el VIH en los túneles del tren subterráneo, para subrayar la profundidad de este temor en Adam. La liberación emocional que experimenta es, en última instancia, un paso hacia la superación de su represión y el abrazo del amor, a pesar de sus miedos.
El simbolismo de la escena final
La escena final de la película muestra a Adam y Harry acurrucados juntos en una cama, mientras suena "The Power of Love" de Frankie Goes to Hollywood. Esta canción, que apareció al comienzo de la película, sirve como un recordatorio del amor que Adam luchó por aceptar.
Sin embargo, este final también está cargado de ambigüedad. Mientras la cámara se aleja, Adam y Harry se convierten en parte de una constelación en el cielo nocturno, lo que podría simbolizar la unión de todos los "extraños" solitarios presentados en la película. La pregunta que surge es si Adam también está muerto, o si simplemente está viviendo una fantasía en su mente.
La interpretación de Andrew Haigh sobre el final
El director Andrew Haigh comentó sobre el final, dejando espacio para muchas interpretaciones. En una entrevista con Jessi Blady, Haigh explicó: "Soy consciente de que hay debate al respecto y disfruto de esa mirada. Sabía que estaba haciendo una película que puede estar abierta a la interpretación. Tengo mi propia interpretación de lo que sucede exactamente, pero sé que está abierta a la interpretación".
Haigh también agregó que la percepción del final depende de la experiencia y la perspectiva del espectador: "Depende de quién sos como persona. Depende de si sos heterosexual o gay, si sos hombre o mujer, si perdiste a tus padres o no, la edad que tengas, tu comprensión del amor, cómo ves el amor, cómo la cultura te ha expresado la idea del amor".