¿Cuáles son los 5 mitos más comunes de dar la teta?

La lactancia materna es una de las etapas más importantes para el crecimiento infantil ya que proporciona los nutrientes necesarios para el desarrollo del bebé, fortalece el vínculo madre e hijo o hija y reduce el riesgo de enfermedades para ambas partes. Sin embargo, presiones sociales y creencias populares llevan a que existan muchos mitos sobre dar la teta que hay que derribar para que las madres no teman y no abandonen la lactancia prematuramente. 

La falta de información precisa, las creencias culturales y las presiones sociales son algunos de los factores que contribuyen a perpetuar mitos que en realidad asustan a las madres y puede derivar en problemas de salud. “Los mitos sobre la lactancia materna pueden tener consecuencias profundas en la salud mental y física de las madres y sus bebés. Las madres pueden experimentar ansiedad y estrés, especialmente si creen erróneamente que no pueden amamantar debido a una enfermedad o la toma de medicamentos", señala el doctor Claudio Daniel Ruffolo, Tocoginecólogo de Boreal Salud (MP. 8045).

En ese sentido, Ruffolo advierte que "el estrés puede generar un círculo vicioso, donde la ansiedad dificulta aún más la lactancia, lo que puede causar cuadros como mastitis, lesiones en el pezón, obstrucción del conducto lactífero, etc". Mientras que para los bebés la falta de lactancia también puede tener consecuencias negativas ya que "puede resultar en la pérdida de nutrientes esenciales y una menor protección inmunológica”. 

Cuáles son los 5 mitos más comunes de dar la teta

1. El tipo de parto afecta la lactancia: es falso porque independientemente de si el parto fue natural o por cesárea, la capacidad de la madre para amamantar no se verá afectada por este factor.

2. La leche materna puede ser de mala calidad: de acuerdo a los profesionales, la leche materna siempre es de excelente calidad y proporciona todos los nutrientes necesarios para el bebé.

3. Amamantar a demanda malcría a los niños: la lactancia a demanda no malcría a los niños ni los hace más dependientes. La independencia se desarrolla por otros factores de crianza. 

4. Las madres enfermas no deben amamantar: en realidad la mayoría de las enfermedades comunes no contraindican la lactancia, por lo que es seguro continuar amamantando con la mayoría de las afecciones que pueda llegar a tener la mamá.

5. Los medicamentos impiden la lactancia: muchos medicamentos son seguros durante la lactancia, aunque es importante consultar con un profesional de la salud.