La contundente respuesta del director de un geriátrico a Baby Etchecopar: lo dejó sin palabras

Después de que el conductor criticara a los establecimientos y atacara a su personal, desde una institución le contestaron categóricamente.

28 de abril, 2020 | 20.48

Alejandro Morilla, director médico de un geriátrico de la localidad de Canning en Ezeiza, decidió publicar un comunicado después de que Baby Etchecopar criticara a las residencias para personas mayores. La respuesta fue contundente.

Titulada "No todos somos lo mismo", la carta abierta fue una cruda y tajante devolución a la opinión que dio en su programa el conductor, en referencia a los casos de coronavirus registrados en hogares de ancianos de la ciudad de Buenos Aires.

"El geriátrico es una cárcel para inocentes, un cementerio para los vivos", había dicho, entre otras repudiables declaraciones, Etchecopar, después de que en el geriátrico Apart Incas, 19 ancianos se contagiaran covid-19.

Morilla quiso mostrar una realidad muy distinta a la que el periodista describió en su ciclo radial: "Es cierto que hay lugares que no tendrían que estar trabajando, es una realidad, pero no se puede generalizar -destacó el director del hogar Solariega-. Yo caminé por un montón de lugares y lo vi, uno puede luchar para ser distinto y dar amor. Sus palabras me tocaron y me sentí dolido, entonces sentí la necesidad de expresarme".

En su carta, publicada en la cuenta oficial de Facebook del establecimiento, Morilla aclaró: "No comparto en absoluto su opinión respecto a los geriátricos. Yo no creo que los geriátricos sean depósitos de viejos. Cada persona por ahí tuvo en su vida una experiencia que lo marcó, para bien o para mal".

"Armamos grupos de 20 personas. Nos quedamos todos adentro por una semana. Dormimos y cenamos ahí,​ para evitar los turnos de ocho horas y reducir las chances de contagio tanto para los residentes como para los empleados. También desde antes veníamos limitando las visitas de familiares", explicó y agregó: "Nosotros no reemplazamos el amor de su familia, nos sumamos a ellos y pasamos a ser otro hijo más".

"Quiero decirles que nosotros también dejamos a nuestras familias para que todo esto sea posible, que también muchas veces lloramos en soledad para no demostrarles a los abuelos y a nuestras familias que también tenemos miedo", confesó.

El texto completo de la carta abierta


NO TODOS SOMOS LO MISMO

Anoche no podía dejar de ver las imágenes de lo sucedido del geriátrico de Belgrano y no pude dejar de escuchar también la opinión de un periodista al cual admiro mucho y respeto mucho.

No comparto en absoluto su opinión respecto a los geriátricos. Yo no creo que los geriátricos sean depósitos de viejos. Cada persona por ahí tuvo en su vida una experiencia que lo marcó para bien o para mal.

Los geriátricos también formamos parte de una familia que se ensambla a otra y así formamos una Gran Familia. Estamos muy lejos de ser lugares en donde los hijos abandonan a sus padres. Muchas veces por más amor que uno como hijo le quiera poner, es imposible tener a un ser querido en una casa y hacerle pagar un costo muy alto con tal que esté junto a él.

Muchas veces por diferentes patologías hace que uno necesite ayuda y por más amor que uno le ponga, necesita la ayuda de gente capacitada que se formó, que estudió y tiene la experiencia necesaria para sacarlo adelante, ya sea porque se fracturó o porque tuvo un accidente cerebro vascular y necesita recuperarse o tiene una enfermedad terminal y necesita que el tiempo que le quede de vida sea lo más digno posible...llámese no tener dolor, tener un apoyo de oxígeno para no ahogarse o un suero para no sea de deshidratación.

Yo creo que no todo es lo mismo, creo en la honestidad de las personas, qué hay gente que se preparo durante muchos años, se formó y estudió y entrega parte de su tiempo y su corazón en hacer que todo sea lo mejor posible.

No se puede decir que todos los políticos son corruptos, que todos los curas son pedófilos, que todos los policías son delincuentes y que todas las instituciones geriátricas son depósitos de viejos.

No todo en la vida es igual. En 22 años de geriatría, me siento capacitado para decir que no todos los hijos abandonan a sus padres al llevarlos a una institución. Veo gente que ama profundamente a sus padres y siente que pueden hacer mucho más por ellos y devolverles a ellos un poquito de todo los que ellos hicieron por nosotros... darles una vida mejor, con gente profesional, capacitada y con todo el apoyo necesario que en una casa no se lo puede dar.

Nosotros no reemplazamos el amor de su familia, nos sumamos a ellos y pasamos a ser otro hijo más.

Lo que hace que todos seamos diferentes todos no es si somos más caro o más barato, si tenemos más lujo o menos lujo, si tenemos un parque o no... La diferencia se marca con el amor con que cada uno le pone a las cosas que hace, cuando se le pone el plus del corazón, la fórmula es mágica. Todo esto no se paga con dinero, esto se hace porque uno lo siente, porque se les pone amor a las cosas por más que también sea un trabajo. Los trabajos también se hacen con amor y no todos somos la misma cosa.

Nosotros somos un geriátrico que nos autoconvocamos hace más de un mes. Estamos haciendo turnos rotativos de vivir con ellos 7 días a fin de disminuir sustancialmente las probabilidades de contagio y así cuidarlos a ellos, cuidarnos nosotros y cuidar a nuestras familias. Dijimos acá estamos, no los vamos a abandonar, vamos a darles lo mejor de nosotros.

Quiero decirles que nosotros también dejamos a nuestras familias para que todo esto sea posible, que también muchas veces lloramos en soledad para no demostrarles a los abuelos y a nuestras familias que también tenemos miedo.

Todos los agentes de Salud, los policías, los que nos aseguran el abastecimiento de todo tipo, periodistas e infinidad de de personas que estamos abocados para poder sobrellevar todo esto de la mejor manera posible... sabemos que muchos de nosotros podemos quedar en este camino, pero acá estamos luchando de pie y no doblegados de rodillas esperando que vengan por nosotros. Ayudémonos entre todos, cada uno desde el lugar que le toque, para salir lo más rápido posible con el menor número de victimas posible. No estamos mal, ya falta menos para que todos nos podamos encontrar nuevamente y darnos ese abrazo que todos necesitamos para poder saber que todo esto que parece un sueño terminó.

Solo quería decir en esta carta que no todo es igual a todo , no pongamos a todas las Instituciones ni a las personas en una misma canasta. No nos merecemos que nos estigmaticen a todos así. Hay lugares que somos muy diferentes y tratamos de ser ejemplos a seguir.

Dr. Alejandro Morilla

Director Médico

​M.P 55.381 M.N 85.075

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