La periodista Cristina Pérez volvió a apuntar contra el gobierno nacional y disparó contra el presidente Alberto Fernández por el nuevo DNU que busca llevar adelante las nuevas medidas restrictivas para evitar que el COVID-19 siga circulando en el territorio. A pesar del duro momento que atraviesa el país frente a la segunda ola, el alto nivel de contagios y también de muertes, acusó a la gestión de utilizar "recetas medievales" para frenar la pandemia.
En su editorial para Radio Mitre, en su programa Confesiones, la conductora se quejó de las restricciones y los controles para aplanar la curva, mientras expresó: "Deberían pedirle perdón a la gente por ofrecer la misma receta medieval de hace un año en un mundo que ya tiene vacunas". Lo insólito de tal situación es que dicha "receta medieval" es la misma que llevan adelante países del primer mundo como Alemania, Italia, Francia y Gran Bretaña; u vecinos de la región, como Chile y Uruguay, que muchas veces son tomados como ejemplos.
A través de su columna puede observarse como acusa y señala con el dedo al gobierno argentino por "contar con más tiempo" que Europa o Estados Unidos para vacunar. Lo cierto es que todavía no hay suficientes dosis para la mayoría de los países, la producción de dichas vacunas terminó siendo más extensa de lo esperado, los cargamentos suelen desembarcar en las grandes potencias y, como si esto fuera poco, los grandes laboratorios no liberan las patentes para agilizar la disponibilidad y distribución de vacunas. Más allá de esto, Argentina es uno de los países que más dosis recibió hasta el momento.
Como era de esperarse, tras el editorial, Cristina Pérez fue uno de los temas más mencionados en Twitter y hasta se convirtió en tendencia. "Es un ser solamente cargado de odio y resentimiento, una pobre persona que no sabe lo que es pensar por otres, una pobre mina", escribió una usuaria. Otro, sumó: "Qué burra es esta mina, por dios, Alberto Fernández cada vez que habla uno de estos, sale bien parado. Ellos mismo lo levantan". Mientras que las críticas, siguieron: "Periodistas con un conocimiento del mundo propio de la Edad Media en un mundo que ya tiene Internet".
Algunos de los mensajes: