Si bien los gases emanados tanto por las industrias como los vehículos en movimiento bajaron su intensidad el último año y pudo reconocerse la disminución del dióxido de carbono en la atmósfera, las buenas noticias no son suficientes. Según el informe sobre el estado del clima mundial presentado esta semana por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el 2020 fue uno de los tres más cálidos de los que se tiene constancia, a pesar del fenómeno de enfriamiento de La Niña.
La desaceleración de la economía redujo temporalmente las nuevas emisiones de gases de efecto invernadero hacia la atmósfera de nuestro planeta, pero no tuvo un impacto tangible significativo en las concentraciones del gas, de hecho, recientemente las nuevas muestras arrojaron que aumentaron. Según detalla el estudio presentado por la OMM, la temperatura media mundial fue de aproximadamente 1,2 Celsius superior a los niveles preindustriales (1850-1900). Los años transcurridos desde 2015 hasta el presente son los más cálidos de los que se tienen datos, siendo la década de 2011 a 2020 la más cálida jamás registrada.
Se ha observado un aumento del nivel medio del mar a escala mundial en todo el registro de altímetros de satélite (desde 1993). También, se concluyó recientemente que el nivel medio del mar creció a un ritmo más rápido a consecuencia del mayor derretimiento de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida. Si bien fue un hecho que se registró un leve descenso del nivel medio del mar en el verano boreal del 2020, no fue para nada esperanzador puesto que obedeció al desarrollo de las condiciones de La Niña. En general, el nivel del mar continuó aumentando en 2020.
El derretimiento de los hielos antárticos
En 2020, el valor mínimo de extensión del hielo marino en el Ártico luego del deshielo propio del verano fue de 3,74 millones de km2. Desde que se tienen registros, esta fue la segunda vez que se redujo a menos de 4 millones de km2. En una amplia región del Ártico siberiano, las temperaturas en 2020 superaron la media en más de 3 °C, y se registró una temperatura récord de 38 °C en la localidad de Verkhoyansk. En esta línea, no es casual que se hayan producido significativos incendios forestales.
En contrapartida, la extensión de hielo marino en la Antártida se mantuvo cerca de la media a largo plazo. No obstante, el manto de hielo antártico ha mostrado una fuerte tendencia a la pérdida de masa desde fines de los años noventa. La tendencia al rápido derretimiento se intensificó alrededor del año 2005 y, en la actualidad, la Antártida pierde aproximadamente entre 175 Gt y 225 Gt por año, debido a los crecientes caudales de los principales glaciares de la Antártida occidental y la península antártica.