El solomillo de cerdo al Pedro Giménez es una receta que combina la suavidad y jugosidad de la carne de cerdo con el intenso y dulce sabor del vino Pedro Ximénez. Además de ser una opción perfecta para ocasiones especiales, sorprenderá a tus invitados con una deliciosa y elegante comida.
Se trata de un plato delicioso y no requiere de muchos ingredientes. Tampoco te llevará mucho cocinarlo, ya que el tiempo de cocción no supera los 20 minutos. Sin más, a continuación te compartimos la receta para disfrutar de este corte de cerdo con una de la variedades de vino blancos más producidos en nuestro país.
Solomillo al Pedro Giménez: ingredientes
- Solomillo de cerdo.
- Vino Pedro Ximénez.
- Sal.
- Pimienta.
- Aceita de oliva.
- Ajo.
Paso a paso para hacer solomillo al Pedro Giménez
- En una sartén grande, calentá un poco de aceite de oliva y agregá los ajos picados. Freí los ajos hasta que estén dorados y retiralos de la sartén.
- En esa misma sartén, agregá el solomillo de cerdo previamente salpimentado y sellá la carne por todos los lados. Asegurate de dorar la carne lo suficiente para que conserve sus jugos internos.
- Una vez sellado el solomillo, agregá el vino Pedro Giménez a la sartén. Dejá que el vino se reduzca a fuego medio-alto, hasta que se forme una deliciosa salsa caramelizada.
- A medida que la salsa se reduce, podés ir volteando el solomillo y bañándolo con la salsa para que se impregne de sabor.
- Cociná el solomillo durante unos 15-20 minutos, o hasta que alcance el punto de cocción deseado. Recordá que el tiempo de cocción puede variar según el grosor de la carne y tus preferencias personales.
- Una vez cocido el solomillo, retiralo del fuego y dejalo reposar durante unos minutos para que los jugos se redistribuyan por la carne.
- Finalmente, cortá el solomillo en rodajas y servilo en un plato junto con la salsa de Pedro Ximénez. Podés acompañar este plato con un vino tinto y una ensalada fresca.
Uva Pedro Giménez: la variedad que cada vez tiene más adeptos en Argentina
Pedro Giménez es una variedad criolla blanca cultivada en Argentina, principalmente en las provincias de Mendoza y San Juan, siendo la variedad con la mayor superficie entre las uvas blancas de vinificación. Utilizada fundamentalmente para la producción de vinos blancos genéricos, en un cultivar de muy buena carga pero sensible a peronóspora.
De acuerdo a un informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura, se probó que la mayoría de las variedades criollas existentes en América se habrían originado del cruzamiento de 'Moscatel de Alejandría' x 'Criolla Chica'. El análisis de marcadores SSR permitió resolver la confusión de homónimos entre 'Pedro Giménez' y 'Pedro Ximénez' (España), así como demostrar la falta de relación entre estos dos cultivares y 'Blanca Temprana de Almería'. Al mismo tiempo, estableció una relación padre / hijo entre 'Pedro Giménez' y los dos cultivares 'Moscatel de Alejandría' y 'Criolla Chica', siendo la última la progenitora femenina más probable.
La uva Pedro Giménez cuyana se caracteriza por las intensas esfumaturas cobrizas del brote; hojas glabras, punto peciolar y base de nervaduras rojizo-violáceos y dientes pequeños y numerosos, tomando aspecto de sierra. El racimo es grande, casi ramoso, de granos redondos y dorados cuando maduran.
Según cifras del 2019. es la séptima variedad más cultivada en Argentina y ocupa el primer lugar entre las variedades blancas. En el año 2018 se registraron un total de 10.249 ha, lo cual representa el 4,7% de la superficie total de vid del país. Se cultiva principalmente en Mendoza (76,2%) y San Juan (22,7%) pero también está presente, en otras provincias entre las que se destacan Río Negro y La Rioja.