La historia de Pepe, un hipopótamo del zoológico privado del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, inspiró al director dominicano Nelson Carlo de los Santos Arias para hacer una película que reflexionara sobre el impacto del colonialismo, según declaró.
El hipopótamo, uno de los muchos animales salvajes de la finca privada de Escobar, se escapó al campo y vivió allí durante muchos años tras la muerte del narcotraficante en 1993.
"Me interesaba todo el simbolismo y todo lo que emana de esa historia (...) y me hizo pensar en el desplazamiento", dijo el director.
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"Pepe", que se estrena el martes en el Festival de Berlín, cuenta la historia desde la perspectiva del hipopótamo, dotando a la criatura de una serie de voces multilingües. Contempla la juventud de Pepe en Namibia, cuando hablaba afrikaans, y su muerte, muchos años después, como hispanohablante a manos de un cazador alemán en Colombia.
"Pepe es casi un filósofo decolonial", dijo el director, señalando que la película comienza en el contexto histórico del apartheid. Describió el monólogo de Pepe como "una especie de poesía" sobre su situación.
A lo largo de la película, Pepe vive según las condiciones de los demás: actuando para un grupo de turistas alemanes en Namibia, facilitando la megalomanía de Escobar, siendo el monstruo de la imaginación de los aldeanos colombianos y, por último, convirtiéndose en trofeo para un cazador alemán llamado para abatir un animal considerado especie invasora.
Las reflexiones de Pepe son transmitidas en un tono gutural por una serie de actores, dependiendo del idioma en el que esté hablando.
"Vi un anuncio en el que buscaban la voz de un hipopótamo y dije, enseguida, '¡ese soy yo!", cuenta uno de ellos, Jhon Narvaez.
(Reportaje de Thomas Escritt; Editado en español por Juana Casas)