El ardor en la oreja puede tener diferentes significados según la psicología. Tanto la creencia popular como esta disciplina señalan que el hecho de que te arda la oreja izquierda está relacionado con hablar bien de alguien, mientras que el ardor en la oreja derecha está asociado a hablar mal de alguien en particular.
Además, el ardor en esta parte del cuerpo también puede estar ligado a emociones fuertes como la ira, la vergüenza, el nerviosismo y la culpa. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que el ardor en la oreja puede estar relacionado con problemas de salud, como el síndrome de oreja roja, que está vinculado a problemas en la columna cervical o el tronco encefálico, migrañas, consumo excesivo de alcohol y exposición a altas temperaturas.
Además, si el ardor en la oreja persiste y no se calma con ningún remedio casero, es recomendable acudir a un especialista para descartar cualquier problema de salud.
Se supo qué significa hablar solo, según la psicología
Algunas vez hablar solo te generó preocupación. ¿Pero sabías que hablar en voz alta puede tener múltiples beneficios para nuestra mente? Contrario a lo que se pueda pensar, esta acción no está relacionada con problemas de salud mental, según los psicólogos.
Gary Lupyan, profesor de psicología de la Universidad de Wisconsin, llevó a cabo un estudio en el que descubrió que hablar solo puede ayudarnos a recuperar recuerdos, tener mayor seguridad en nosotros mismos y concentrarnos mejor. "Dije un nombre en alto y obtuve una poderosa clave de recuperación", destacó Lupyan.
Por otro lado, la psicoterapeuta Anne Wilson Schaef recomienda a sus pacientes que hablen solos, ya que considera que todos necesitamos hablar con alguien interesante, que nos conozca bien y esté de nuestra parte. Y esa persona interesante somos nosotros mismos. "Probablemente, sos la persona más interesante que conoces. Conocerte y saber cómo te sentís puede ayudarte a ser mejor", aseguró Schaef.
Hablar en voz alta no solo mejora la memorización, sino que también puede ser útil para darte ánimos en situaciones desafiantes, clarificar tus metas, aprender más rápido y fortalecer tu autoestima. Además, el uso del lenguaje en voz alta puede ser una estrategia para resolver problemas de manera más fácil.
Qué significa la impuntualidad, según la psicología
Ser impuntual puede parecer una simple falta de organización o pésima gestión del tiempo, pero según la Psicología, este comportamiento revela aspectos más profundos de la personalidad. El estudio del comportamiento humano es fascinante y complejo, y la psicología juega un papel crucial en la comprensión de los pensamientos, emociones y acciones de las personas.
Dentro de este amplio campo, la puntualidad o impuntualidad en los horarios revela mucho sobre la personalidad y las actitudes de un individuo. Ser impuntual puede ser desesperante, ya que nada es más molesto que esperar a alguien que no llega a tiempo. E incluso peor, muchas veces estas personas son reincidentes y nunca llegan puntualmente a ningún lado.
La percepción del tiempo es subjetiva y cada persona lo experimenta de manera diferente. Los niños, por ejemplo, suelen sentir que el tiempo pasa más lento, mientras que los adultos mayores sienten que pasa más rápido.
Esta percepción del tiempo influye en cómo planificamos y llevamos a cabo nuestras actividades. Aquellos que valoran el tiempo como un recurso valioso tienden a ser más puntuales, mientras que quienes lo ven como una limitación pueden ser más propensos a ser impuntuales.
Pero algunos casos de impuntualidad crónica van más allá de la simple distracción o mala planificación. Según la Psicología, estos comportamientos pueden tener significados más profundos
La impuntualidad puede ser un reflejo de una falta de respeto hacia los demás, una necesidad de llamar la atención o incluso una forma de mantener el control en las relaciones interpersonales. Algunas personas pueden ser impuntuales como resultado de la ansiedad o el miedo al fracaso, ya que llegar tarde les permite evitar situaciones incómodas o enfrentar desafíos.