Crean "piel" artificial como la del camaleón para poder camuflarse

09 de septiembre, 2021 | 11.42

Investigadores surcoreanos dicen que han desarrollado un material similar a la piel artificial, inspirado en la biología natural, que puede ajustar rápidamente sus tonos como un camaleón para que coincida con su entorno.

El equipo, dirigido por Ko Seung-hwan, profesor de ingeniería mecánica en la Universidad Nacional de Seúl, creó la "piel" con una tinta especial que cambia de color según la temperatura y está controlada por pequeños calentadores flexibles.

"Si se usan uniformes de camuflaje de bosque en el desierto, pueden quedar expuestos fácilmente", dijo Ko a Reuters. "Cambiar los colores y los patrones activamente de acuerdo con el entorno es clave para la tecnología de camuflaje que creamos".

Ko y su equipo mostraron la tecnología -tinta de cristal líquido termocrómico y calentadores de nanocables de plata multicapa apilados verticalmente- usando un robot con sensores de detección de color. Cualesquiera que fueran los colores que los sensores "vieron" a su alrededor, la piel intentó imitarlos.

En un video, el robot avanzó por suelos rojos, azules y verdes, cambiando instantáneamente de color para que coincidiera con el fondo.

"La información de color detectada por los sensores se transfiere a un microprocesador y luego a calentadores de nanocables de plata. Una vez que los calentadores alcanzan una cierta temperatura, la capa de cristal líquido termocrómico adquiere su color", afirmó Ko.

El grosor total de la piel artificial flexible de varias capas es de menos de cien micrómetros, más fina que un cabello humano. Al agregar capas adicionales de nanocables de plata en formas simples como puntos, líneas o cuadrados, la piel puede crear patrones complejos.

"La piel flexible puede desarrollarse como un dispositivo portátil y usarse para moda, uniformes de camuflaje militar, exterior de automóviles y edificios con fines estéticos y para tecnología de visualización futura", dijo Ko.

La investigación fue publicada en la revista Nature Communications en agosto.

Con información de Reuters