Un nuevo descubrimiento científico puso nuevamente en debate la autenticidad del Santo Sudario de Turín, también conocido como la "Sábana Santa". Un grupo de científicos italianos realizó un análisis que sugiere que este manto religioso podría ser real.
Según la historia, el Sudario es un trozo de lino que envolvió el cuerpo de Jesús después de su crucifixión. Durante siglos, esta reliquia es objeto de veneración por parte de los cristianos, ya que se cree que tiene impreso el rostro y cuerpo de Jesús. Sin embargo, varios estudios arrojaron resultados contradictorios sobre su autenticidad.
En 1988, un estudio de datación mediante carbono 14 determinó que la tela del Sudario pertenecía al siglo XIII al XIV, descartando así la posibilidad de que sea del siglo I d.C. A pesar de esto, recientemente el Instituto de Cristalografía del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas llevó a cabo un análisis de rayos X que podría dar un nuevo giro a la historia.
Equipo de investigación extrajo ocho muestras de la tela y utilizó un método basado en métricas de envejecimiento para determinar su origen temporal. El Dr. Liberato De Caro, miembro del equipo, señaló que la presencia de contaminantes externos dificulta determinar con certeza si el Sudario es de la época de Jesús en los estudios de datación.
Sin embargo, según los nuevos resultados: la tela fue hecha hace unos 2.000 años, el mismo período en el que se dice que vivió y murió Jesucristo. Esto dejó abierta la posibilidad de que pudiera ser auténtico, ya que no descarta que el cuerpo impreso en la tela sea el del líder religioso.
Es importante tener en cuenta que este descubrimiento no confirma ni desmiente de manera definitiva la autenticidad del Santo Sudario. Aunque sigue siendo un objeto de devoción para muchas personas, la Iglesia Católica no lo reconoce como una reliquia santa. A pesar de ello, la imagen impresa en la tela tiene una gran importancia simbólica para los creyentes.
El Sudario de Turín se conserva en una capilla de la catedral de esa ciudad de Italia, protegido por cuatro capas de cristal a prueba de balas. Aunque la incertidumbre sobre su autenticidad persiste, este manto sigue siendo objeto de fascinación y debate, manteniendo viva la tradición y la fe de aquellos que lo veneran.
Así es el rostro de Jesús, según la Inteligencia Artificial
La famosa imagen que todos tenemos de Jesús con el pelo largo y castaño, tez blanca y ojos claros, puede no ser del todo precisa. En realidad, según Joan E. Taylor, autora del libro "¿Qué aspecto tenía Jesús?", los judíos que vivían en el Medio Oriente en el siglo I tenían características físicas diferentes a las que conocemos. Según sus investigaciones, los judíos de esa época tenían la piel oscura, ojos color castaño y el pelo corto y oscuro.
Ante esta revelación, muchos usuarios de Internet decidieron recurrir a la Inteligencia Artificial (IA) para recrear cómo pudo haber sido el verdadero rostro de Jesús. Gracias al avance de esta tecnología, ahora podemos dar vida a personajes de libros o animados en la realidad.
La recreación generada por la IA muestra a un hombre con tez oscura, ojos castaños y el cabello corto. Estos rasgos se parecen mucho a la descripción de Jesús según los autores que definen su imagen de manera diferente a la que se difundió durante años..