Plutón, el planeta enano más distante de nuestro sistema solar, continúa revelando sus misterios. Un estudio reciente respalda la existencia de un océano oculto bajo su superficie helada, en la cuenca Sputnik. Según los científicos, este océano se encuentra bajo una capa de hielo de agua de entre 40 y 80 kilómetros de espesor, actuando como un manto protector para evitar que se congele.
Estudios anteriores sugirieron la posible presencia de agua líquida en Plutón, pero estos nuevos hallazgos representan un hito importante para la comunidad científica. La densidad y la salinidad del océano también fueron estimadas por los investigadores, quienes basaron sus cálculos en las fracturas observadas en el hielo superficial.
Según sus estimaciones, el océano de Plutón es un 8% más denso máximo que el agua de mar de la Tierra. Esta densidad explica la abundancia de fracturas en la superficie del planeta enano. Además, estos descubrimientos plantean nuevas interrogantes sobre la formación y evolución de Plutón, así como la posibilidad de que pueda albergar vida en sus profundidades.
La base del estudio radicó en la visita que hizo la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) cuando lanzó la misión New Horizons el 19 de enero de 2006, una sonda no tripulada que tenía el objetivo de sobrevolar Plutón para realizar fotografías, mediciones y estudios del sistema solar.
Inicialmente, los científicos planetarios no creyeron que Plutón pudiera tener un océano debido a sus bajas temperaturas superficiales, que rondaron los -220 °C. Sin embargo, tras el sobrevuelo de Plutón por parte de la misión New Horizons de la NASA en 2015, se recolectaron pruebas que sugirieron la presencia de un océano de agua líquida bajo su superficie helada. Estas pruebas se basaron en la observación de criovolcanes en Plutón, los cuales expulsaron hielo y vapor de agua.
Aunque todavía existe cierto debate, actualmente se acepta generalmente que Plutón tiene un océano oculto. Esto plantea nuevas incógnitas sobre la naturaleza y las características de este mundo helado, que aún son un misterio para los científicos y astrónomos. A medida que se continúe investigando, se espera obtener más información sobre Plutón y su potencial para albergar vida.
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La NASA presentó el robot con el que buscará vida extraterrestre
La NASA desarrolla un emocionante proyecto para explorar Encélado, una de las lunas de Saturno que podría albergar vida extraterrestre. Se trata del robot serpiente Exobiology Extant Life Surveyor (EELS), diseñado en colaboración con diversas instituciones.
Inspirado en las serpientes, este robot de 4.4 metros de largo y 100,000 gramos de peso cuenta con tecnologías avanzadas que le permiten moverse ágilmente en terrenos complejos. Incluye 48 motores que le permiten moverse como un reptil y superar obstáculos o explorar áreas difíciles de llegar con un rover tradicional. Además, sus ruedas dentadas le proporcionan agarre a diferentes tipos de superficies y terrenos.
Encélado llamó la atención de los científicos debido a sus océanos subterráneos y la evidencia crucial proporcionada por la misión Cassini sobre la presencia de agua líquida bajo su superficie helada. El objetivo principal de la misión del robot EELS es explorar esta luna y buscar posibles formas de vida extraterrestre.
Pero las aplicaciones de esta tecnología no se limitan solo al espacio. El proyecto EELS ha involucrado a ingenieros, biólogos y astrofísicos, fomentando el desarrollo de tecnologías con múltiples aplicaciones. Versiones miniaturizadas de estos robots podrían ser utilizadas en procedimientos médicos de navegación precisa dentro del cuerpo humano o en tareas de mantenimiento de tuberías.
Actualmente, el robot EELS se encuentra en fase de pruebas en ambientes similares a los de Encélado aquí en la Tierra. Estas pruebas son fundamentales para garantizar que el robot pueda operar eficazmente en las condiciones extremas que encontrará en la luna helada.
La expectativa en torno a este proyecto es alta, ya que podría revolucionar nuestra comprensión del sistema solar y abrir nuevas perspectivas sobre la existencia de vida extraterrestre. “Tiene la capacidad de ir a lugares donde otros robots no pueden ir”, explicó Matthew Robinson, científico del Jet Propulsion Laboratory (JPL) y miembro del equipo de investigación y desarrollo de EELS.
El EELS no solo promete explorar terrenos hasta ahora inaccesibles, sino que está programado para tomar decisiones de forma independiente, un aspecto crucial debido al retraso en las comunicaciones entre la Tierra y el espacio profundo.
Además de su diseño alargado, el autómata tiene la capacidad de mapear su entorno en tres dimensiones gracias sus “ojos”: un set de cámaras estéreo y sensores que analizan y procesan todo lo que se encuentra a su alrededor.