El desdén del célebre chef José Andrés por la burocracia es una de las razones por las que su organización humanitaria, que provee alimentos, se encontraba coordinando los esfuerzos en Gaza cuando siete de sus trabajadores murieron en un ataque aéreo israelí.
Los cooperantes de World Central Kitchen (WCK) murieron en un ataque cuando su convoy fue alcanzado poco después de supervisar la descarga de 100 toneladas de alimentos llevados a Gaza por mar.
WCK comenzó el mes pasado a trasladar alimentos a la población hambrienta del norte de Gaza a través de un corredor marítimo desde Chipre, en colaboración con la organización humanitaria española Open Arms.
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La decisión se tomó después de que Israel se negó a permitir que la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) entregara alimentos al norte de Gaza, tras denuncias que señalaban que parte del personal de la agencia había participado en el ataque del 7 de octubre de miembros del grupo miliciano palestino Hamás contra el sur de Israel.
Oscar Camps, director de Open Arms, dijo en una entrevista con Reuters que la ruta marítima entre Chipre y Gaza estaba abierta desde el 20 de diciembre, pero ninguna organización la había utilizado.
Construyeron un embarcadero improvisado con escombros y descargaron la ayuda a pocos metros de los bombardeos, y sabiendo de las advertencias de Israel de que no podía garantizar su seguridad, dijo.
Andrés, originario de España y que es también estadounidense, dijo en la red social X que decidió participar en la entrega de ayuda marítima tras una invitación del Gobierno chipriota, con la esperanza de que otras organizaciones siguieran su ejemplo.
El 26 de marzo dijo que 67 cocinas de la WCK funcionaban en Gaza, alimentando a 350.000 personas al día. Las operaciones se han suspendido tras el ataque aéreo israelí contra el convoy de la organización humanitaria.
A principios del conflicto, la WCK se había asociado con restaurantes y hospitales de Israel para alimentar a las personas desplazadas o heridas por el ataque del 7 de octubre, y en febrero pasó a colaborar con lanzamientos aéreos de ayuda en Gaza.
"ADAPTABLE"
Fundada por Andrés en 2010, tras viajar a Haití para ayudar tras el terremoto que mató a más de 300.000 personas, WCK se ha convertido rápidamente en uno de los principales proveedores de ayuda de emergencia en escenarios de catástrofes naturales o conflictos humanos.
La ONG se describe como "la primera en primera línea", utilizando un enfoque "emprendedor y adaptable" para "lanzarse y errar a la hora de alimentar a la gente de forma expedita en lugar de pedir permiso o seguir sistemas y burocracia que carecen de urgencia y flexibilidad".
"Cuando otros están evaluando la situación nosotros ya estamos dando de comer, y en el proceso aprendemos qué sucede, no al revés", dijo Andrés a la edición en español de Vanity Fair en una entrevista de 2021.
La organización humanitaria dice que entró en Ucrania cinco días después de la invasión rusa de febrero de 2022 y estableció restaurantes en cinco ciudades.
Nacido en 1969 en una comarca minera en la región norteña de Asturias, Andrés trabajó como aprendiz en el restaurante experimental El Bulli de Ferrán Adriá, cerca de Barcelona, antes de trasladarse a Estados Unidos en 1991, donde creó el restaurante de tapas Jaleo.
Su empresa ThinkFoodGroup posee ahora más de 20 restaurantes, uno de ellos con dos estrellas Michelin.
El chef ha cultivado relaciones con algunas de las personas más poderosas de Estados Unidos, recibiendo una donación de 100 millones de dólares del fundador de Amazon, Jeff Bezos, en 2021 y entablando contactos con el expresidente de Estados Unidos Barack Obama.
El Gobierno de Obama le nombró en 2014 "Americano Destacado por Elección", un galardón que se concede a ciudadanos estadounidenses naturalizados que han logrado cosas extraordinarias, y también recibió la Medalla Nacional de Humanidades en 2015.
Su relación con el sucesor de Obama, Donald Trump, fue menos cordial.
Ambos llegaron a un acuerdo en 2017 después de que Trump demandó a Andrés por incumplimiento de contrato cuando el español canceló los planes de un restaurante en el hotel de Trump en Washington, a raíz de los comentarios que el entonces candidato presidencial hizo sobre los mexicanos, a los que llamó "violadores" y "asesinos".
Con información de Reuters