Si alguna vez te encontrás con la desagradable sorpresa de que tu auto no arranca, es probable que la causa sea una batería sin carga o una batería que ya llegó al final de su vida útil. Las baterías de los autos suelen durar, en promedio, unos cinco años, pero pueden quedarse sin carga antes debido a factores como el desuso, el mal mantenimiento o problemas eléctricos.
Ante esta situación, es crucial determinar si la batería simplemente necesita una recarga o si ha muerto por completo, ya que cada caso se requiere una solución diferente. De todas maneras, siempre la primera solución -además de ser la mejor- es consultar con tu mecánico amigo cómo proceder.
¿Qué hacer si tu coche se queda sin batería?
Cuando te enfrentás a un coche que no arranca, lo primero que tenés hacer es intentar diagnosticar el problema. Si la batería está descargada pero no completamente muerta, hay opciones rápidas que pueden ayudarte a salir del apuro, al menos de forma temporal.
- Arrancar el coche con pinzas: Esta es la solución más común y efectiva si la batería está descargada pero no completamente muerta. Conecta la batería de tu coche a la de otro vehículo usando un par de cables de arranque. Una vez que logres encender el coche, deberías conducir durante un tiempo para permitir que el alternador recargue la batería.
- Arrancar a empujón: Si no tienes pinzas o no hay otro coche disponible para ayudarte, puedes intentar arrancar el coche empujándolo. Necesitarás una pendiente o la ayuda de alguien para lograrlo. Aunque es una solución temporal, debes tener en cuenta que esta técnica puede dañar el catalizador si se usa con frecuencia.
¿Y si qué hago si la batería se murió?
Si intentas arrancar el coche con pinzas y no funciona, o si el coche vuelve a apagarse en cuanto quitas el contacto, es probable que la batería haya muerto. En este caso, ni las pinzas ni el arranque a empujón ofrecerán una solución duradera. La única opción será reemplazar la batería por una nueva.
El servicio de auxilio: tu mejor aliado
Ante una batería muerta, la mejor opción es hacer uso del servicio de auxilio que ofrecen la mayoría de las aseguradoras. Este servicio, que generalmente está incluido en la póliza de seguro, puede ahorrarte tiempo y molestias, ya que el coche será remolcado al taller de tu preferencia y tú serás llevado a donde necesites. Si tu póliza no incluye servicio de auxilio, puedes contratarla de manera independiente en el momento.
El servicio de auxilio es especialmente útil si estás lejos de casa o si te encontrás en un lugar donde no podés recibir ayuda fácilmente. No solo te evitarás daños adicionales a tu vehículo, sino que también te asegurarás de que la batería sea reemplazada de manera profesional y con garantía.
Lo mejor que podés hacer si te encontrás con una batería descargada, es tratar de arrancar el coche con pinzas o con un empujón como soluciones temporales. Sin embargo, si la batería ya está muerta, tu mejor opción es recurrir al servicio de auxilio para que un profesional reemplace la batería y te permita continuar tu viaje sin preocupaciones.