El presidente Alberto Fernández se encontraba realizando su discurso correspondiente en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso. En una de las constantes interrupciones del diputado Fernando Iglesias, del macrismo, el Jefe de Estado cruzó a su "interlocutor" para advertirle que tuvo cuatro años en los que pudo manifestarse como lo estaba haciendo en ese momento.
Pidiéndole que lo deje hablar a él, Alberto lo miró directamente a Iglesias, generando la sorpresa de los presentes. Incluso Cristina Kirchner, presidenta del Senado y vicepresidenta de la Nación, le realizó un gesto inadvertido a su compañero de fórmula para calmar las aguas. Con su mano derecha, CFK intentó tranquilizar a Fernández.
De todos modos, el Primer Mandatario se encontró sereno e incluso Cristina luego esbozó una leve sonrisa con la que denotó que ese momento fue una pequeña distracción en medio del discurso enfatizado por Alberto. Lo cierto es que Fernando Iglesias quedó en ridículo una vez más, fruto de los constantes gritos e interrupciones al presidente. Faltando el respeto, el político macrista recibió una respuesta que lo dejó al descubierto.
Alberto Fernández y una chicana épica a Fernando Iglesias
Durante la apertura de sesiones ordinarias que tuvo lugar en el Congreso, Alberto Fernández brindó un gran discurso en el sacó conclusiones de lo ocurrido a lo largo del 2020 y también mencionó las metas para ahondar la reactivación de la economía. Sin embargo, en medio de su exposición, el macrista Fernando Iglesias lo interrumpió a los gritos. El Presidente de la Nación frenó, lo observó y protagonizó un comentario con chicana de por medio.
En una parte de su discurso, Alberto Fernández hizo hincapié en las problemáticas medidas que tomó el Gobierno de Mauricio Macri: "La voluntad del país en su conjunto ha sido determinante. Es imperioso que todos afirmemos nuestro compromiso de no permitir nunca más que se genere un endeudamiento asfixiante a partir de la toma de créditos irresponsables".
Luego de tanto bullicio y gritos desproporcionados por parte de Fernando Iglesias, el Presidente apuntó: "Tuvo cuatro años para hablar... ¿Por qué no me deja hablar a mí, por favor?". Inmediatamente después, el Congreso reaccionó con aplausos; mientras Cristina reaccionó con una leve sonrisa.