Una especie de "mosquitos asesinos" modificados genéticamente son liberados para combatir a los que transmiten enfermedades como el dengue y la malaria. Esta polémica estrategia es desarrollada por Oxitec, una compañía de Bill Gates, y algunos expertos alertan que podría tener consecuencias nocivas.
La compañía que financia el creador de Windows y su esposa, Melinda, se encarga de propagar esta especie de zancudos modificados bajo un ambicioso plan para el control de los Aedes aegypti. El objetivo es reducir la reproducción de estos insectos y evitar que lleguen a la vida adulta. Sin vectores, la transmisión de enfermedades se dificulta.
Los mosquitos que son liberados son todos machos y poseen un gen limitado que hace que sus descendientes no puedan alcanzar la vida adulta y, por tanto, reproducirse. Esta estrategia ya fue probada durante 2021 en Brasil donde, según datos registrados, la baja de la población fue del 95% en apenas 13 semanas. Estos "mosquitos asesinos" no puede picar, por lo que también se vuelven menos molestos para los humanos.
Los mosquitos matan hasta un millon de personas al año y transmiten enfermedades a unos cien millones de personas en el mismo período. Los Aedes aegypti son una de las especies más peligrosas, debido a que pueden ser vectores de padecimientos como el zika, la fiebre amarilla y el dengue.
Una nueva prueba de Oxitec se desarrolla en Florida, Estados Unidos. Allí se liberaron alrededor de cinco millones de mosquitos modificados durante siete meses. El accionar de los mosquitos es muy simple: estos asesinos silenciosos tienen un gen que es mortal para las crías hembras y las elimina antes de que puedan reproducirse. Los machos, en tanto, heredan el gen y sostienen la tarea en el tiempo. Esto resulta en una disminución de la población general.
Alertas contra las "mosquitos asesinos"
Algunos biólogos rechazan la iniciativa y sostienen que podría tener efectos dañinos para los ecosistemas. Los cálculos indican que en pocas generaciones ya no habrá mosquitos transmisores, ya que solo las hembras se alimentan de sangre y no llegarán a la adultez. Los machos, por su parte, no pican y no transmiten enfermedades.
El temor es que los "mosquitos asesinos" se mezclen con otras poblaciones, propagando el gen de forma que no pueda controlarse. “Esto podría desencadenar consecuencias que son impredecibles. Podría dañar el ecosistema y, en el peor de los casos, podría generar nuevas especies de mosquitos híbridos resistentes a los métodos de defensa que se utilizan en la actualidad”, aseguró Francisco María García, periodista científico, en declaraciones recogidas por El Universal, de colombia.
Desde Oxitec, aseguran que eso no es probable, ya que las hembras mueren y los machos que sobrevivan serían más suceptibles a los pesticidas. “Se modifica tanto el ADN que los mosquitos brillarán a una longitud de onda especial, para que puedan ser identificados con facilidad entre otros mosquitos”, indicaron.