Inesperado: Granata decidió sobre su cuerpo y se ligó las trompas de Falopio

Amalia Granata se realizó la intervención para evitar la llegada de un tercer hijo. Además, contó que buscó quedar embarazada durante tres años, tras el nacimiento de Roque, su segundo hijo. Se realizó la cirugía ante la posibilidad de tener un embarazo riesgoso.

28 de abril, 2021 | 15.25

En los últimos años, la ferviente militancia contra el aborto legal, seguro y gratuito de Amalia Granata fue uno de sus fuertes no solo para avanzar en su carrera política sino también para darse a conocer aún más en todo el país. Por eso sorprendió cuando esta mañana reveló que en febrero pasado se había ligado las trompas de Falopio con el objetivo de evitar la llegada de un tercer hijo o hija. La diputada provincial explicó el por qué tomó esa decisión sobre su cuerpo: "No quiero correr el riesgo de tener un embarazo riesgoso".

En charla con Los Ángeles de la Mañana, la política santafesina reveló que se había operado en febrero, tras charlar con Leo Squarzon, su esposo. Granata es madre de Uma (13 años), hija de la mediática y el ex futbolista Cristian Fabbiani, y Roque (4 años), a quien tuvo junto con su actual pareja Squarzon. "La verdad que es una decisión que me costó, porque queríamos seguir agrandando la familia", aseguró la política, al tiempo que también reveló que tras el nacimiento de Roque, buscó volver a quedar embarazada durante 3 años.

"Un tercer bebé para mí sería un segundo para Leo, pero no llegó… y pasada cierta edad, para la mujer es un poco más difícil llevar un embarazo", sumó la diputada provincial de 40 años. Inclusive, Granata explicó un poco sobre cómo fue la gestación de Roque, en la que sufrió algunas dificultades: "A los seis meses estuve internada con una infección en los riñones. Él nació un mes antes porque estaba enredado en el cordón y empecé con contracciones, así que me tuvieron que hacer una cesárea de urgencia".

"Por precaución, lo hablamos, pero la verdad que me hubiese encantado tener uno o dos niños más. Pero Dios así no lo quiso, por algo será", continuó Granata. Por su parte, Ángel de Brito reconoció la importancia de las declaraciones de la política, ya que "no muchas familias se animan a tomar la decisión de cerrar las puertas y no volver a ser papás". La funcionaria también explicó que fue una decisión y una charla difícil con su marido, ya que ambos querían agrandar la familia pero que fue lo "más sano" porque ella está trabajando mucho y casi no está en su casa.

Ángel de Brito ahondó en la posibilidad de adoptar y le consultó a Granata si era algo que tenían en cuenta, dada su intención de tener más hijos. “Creo que sería una cuestión un poco egoísta, porque hoy hay muchas familias que no tienen ningún niño, que están esperando adoptar", aseguró la diputada provincial, que también volvió a recalcar el hecho de que no pasa mucho tiempo en su casa y para criar un hijo a ella le gustaría estar presente. "No podría adoptar un niño de 8 o 10 años y que me lo críe la persona que trabaja en mi casa", concluyó Granata.