Esta temporada invernal en particular es prometedora para el turismo, la principal actividad económica de la localidad misionera de Puerto Iguazú, donde en un universo de 15 mil camas las proyecciones indican una ocupación promedio del 85%, con picos -durante las dos últimas semanas de julio- del 100% y además se espera una media diaria de ingresos al Parque Nacional Iguazú en torno a los 4.000 visitantes.
"Por supuesto que el mes de julio se desglosa de acuerdo a las diferentes etapas de vacaciones de cada una de las provincias", explicó a Télam el presidente de Iguazú Turismo Ente Municipal (Iturem), Leopoldo Lucas, y precisó que se espera "un movimiento intenso y de mayor caudal a partir de la segunda quincena de julio".
Tras la pandemia, el destino vive un fenómeno particular: al fuerte movimiento de temporadas altas y fines de semana largos, se suma una llegada sostenida de turistas en la media y baja durante todo el año, por lo que el destino adoptó el hashtag #IguazuTodoElAño, para promocionar sus atractivos entre los viajeros nacionales.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"Que en Iguazú haya turismo todo el año lo venimos trabajando desde antes de la pandemia, y ahora está sucediendo, y estamos teniendo un impacto muy positivo", subrayó Lucas.
"Desarrollamos mucho el concepto de escapadas a lo largo del año, y ese crecimiento del turismo durante los fines de semana se fue notando, y fuimos ganando terreno gracias a la conectividad aérea", agregó.
Una de las explicaciones tiene como protagonistas a los grupos de turistas y jubilados que acceden por vía terrestre a Iguazú que tras la pandemia, y por motivo de costos, adoptó la hotelería nacional por sobre la brasileña, del otro lado de la frontera.
Otro de los motivos, según los locales, es el plan PreViaje, que hizo que las personas se vuelquen por la oferta local para obtener los beneficios del programa.
También hay quienes ven a la tendencia de los viajes programados con gran anticipación, y la creciente oferta de las líneas aéreas de bajo costo, como otra de las causas que permitieron que este sueño de renacer de la mano del turismo sea posible.
Tal vez la novedad más importante de la ciudad en este contexto de reverdecer es que está viviendo una etapa de renovación, con obras que buscan embellecer y modernizar los espacios públicos, sumar trayectos peatonales y paseos en bicis.
"Pronto veremos a la avenida Brasil -que se ubica en el centro de la ciudad- transformada en peatonal, lo que supondrá una mejora sustancial para el acceso a los comercios, servicios y gastronomía que forman parte de este importante espacio", ejemplificó el presidente de Iturem.
A ello se le suman nuevas opciones para disfrutar de la gastronomía típica del Litoral en modo gourmet.
Pero sin lugar a dudas, la gran atracción del destino es la energía de las Cataratas dentro del Parque Nacional Iguazú, que son visitadas por un alto número de turistas considerados repitentes.
"Es inevitable, a todos nos asombra cada vez que lo tenemos en frente, no importa cuántas veces la hayamos visto, las Cataratas nos vuelven a encantar", dice Liliana Salinas, una de las cuatro guardaparques mujeres, del total de 28 en general, con que cuenta el PN Iguazú.
Durante el trayecto por las pasarelas que conducen al salto de la Garganta del Diablo -de unos 80 metros de alto- Salinas cuenta a los visitantes sobre su trabajo cotidiano de recorridas para abrir y cerrar el parque, su pasión por el cuidado de la flora y fauna del lugar y de la constante lucha para que las personas respeten las normas, como evitar darle de comer o tocar a los animales salvajes.
El Parque Nacional protege 55 mil hectáreas de selva paranaense, y es la ecorregión con la mayor biodiversidad de la Argentina.
En el límite con Brasil, el río Iguazú se desploma en más de 270 saltos y cascadas creando un espectáculo natural que se convierte en la atracción principal del Parque Nacional, un área que invita a descubrir los múltiples recorridos a través de un laberinto de pasarelas que permiten llegar hasta los saltos atravesando los brazos del río y la selva.
Así se conforman los tres circuitos principales: el Paseo Inferior, el Paseo Superior y la Garganta del Diablo, que se pueden conectar a pie o a través de un tren ecológico que conduce al inicio de los senderos y pasarelas.
La selva que rodea las Cataratas es un hermoso paño verde con relieves donde habitan animales como yaguaretés, tapires, monos, tucanes y especies que no se encuentran en ninguna otra parte del país, y también está lleno de mariposas.
Además, camino a la Garganta del Diablo, en el río Iguazú superior, se pueden apreciar peces, yacarés y tortugas acuáticas.
Las entradas al Parque, que se puede visitar todo el año, es posible adquirirlas desde la web, y es importante subrayar que gran parte del recorrido es accesible para personas con discapacidad.
En detalle hay que saber que la entrada al parque está a 18 kilómetros por las rutas nacionales 12 y 101, y que e puede ir en remis, taxi o transfer contratados, o en auto particular.
Desde la terminal o desde el Hito de las Tres Fronteras hay servicios regulares de ómnibus que salen cada 20 minutos durante todo el año.
Una de las excursiones imperdibles en las Cataratas es la Gran Aventura, con botes que remontan el río hasta la base de las cascadas, y para quienes no quieren experimentar tanta adrenalina, hay paseos embarcados por el Iguazú Superior para observar la flora y fauna nativa.
Con información de Télam