El último fin de semana largo del año, que comienza mañana, es una oportunidad para visitar los paisajes coloridos de La Rioja y sus rutas turísticas, además de degustar una exquisita y variada gastronomía y brindar con los mejores vinos en fincas y bodegas, destacó el secretario de Turismo provincial, José Rosa, quien subrayó que hay un importante nivel de reservas
Desde la dependencia invitaron a los turistas a "disfrutar de las mejores experiencias durante el último fin de semana XXL en el país" y tomarse "un descanso antes de culminar este 2022 para recargar energías y llegar preparados a iniciar un nuevo año con las mejores expectativas".
En ese sentido, destacaron que la provincia norteña invita a descubrir sus hermosos paisajes, deleitarse con una magnífica cocina regional, excelente vinos y recorrer sus rutas de norte a sur y de este a oeste, donde murallones imponentes sirven de testigos al paso de más de 250 millones de años y, en cuyo cauce reptaron los primeros grandes saurios en el Parque Nacional Talampaya, el que alcanzó el registro de los 100 mil turistas.
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Camino a los primeros umbrales cordilleranos en suelo riojano, la Laguna Brava y salobre alberga los flamencos rosados que en ella se posan.
Mientras se avanza, se llega a unas construcciones rocosas que sirven de amparo al viento blanco cuando se aproxima el otoño e invierno, los conocidos Refugios construidos durante la presidencia de Sarmiento.
De camino a la ciudad de Chilecito, curvas y contracurvas de una majestuosa Cuesta de Miranda que comparte postal paisajística con el imponente Famatina, desde donde discurre el agua dorada desde su Cañón del Ocre o el que viste de blanco en sus cúspides durante la temporada invernal.
Es el mismo que atesora la historia minera desde sus socavones, mientras salían las vagonetas del cable carril, un monumento de hierro que con fondos de capitales ingleses dejaron como legado al paso de la fiebre del oro por esa época en el país.
Otro atractivo es el recorrido temático por bodegas y fincas para deleitarse con los mejores varietales que propone el Valle del Bermejo, donde además sorprenden las propuestas preparadas desde los sectores público y privado como excelentes anfitriones, música y danza, astroturismo, y ferias artesanales.
Aguas surgentes y termales con propiedades hidroterapeuticas, para hacer un alto, y mimarse en piletas donde las distintas temperaturas propician el relax entre bosques de centenares palmeras en Termas de Santa Teresita, donde su comunidad atesora el paso del Belgrano cargas y donde la mística religiosa dejó un gran patrimonio de Fe en torno a su santa patrona.
Y si de vigías en cielo riojano se trata, llegar a Quebrada de los Cóndores, en Sierra de los Quinteros, al sur de la ciudad capital, permite la práctica de trekking o cabalgata a los miradores naturales, una sensación tan magnífica como intransferible.
Por último, desde la Secretaria de Turismo provincial, resaltan la ciudad de piedra que se levanta en el Sitio Arqueológico de Hualco, donde la cultura Aguada construyó recintos perfectamente diferenciados y desde donde se aprecia el gran Valle Vicioso en San Blas de los Sauces, el mismo que es travesado por la mítica Ruta Nacional 40.
Con información de Télam