Cómo armar la mochila, qué elementos no deben faltar durante el trekking y qué hacer en caso de extravío, son algunas de las principales preguntas que una persona que se adentra por primera vez en las montañas debe hacerse, si su plan es emprender un trekking por cuenta propia a un refugio.
Ante todo, si un principiante quiere experimentar la montaña, el presidente del Club Andino de Bariloche (CAB), Juan Pablo Ordóñez, recomienda que recorra los refugios en diferentes travesías, es decir, que se suba a uno, se pernocte allí y se descienda el día siguiente.
"Las travesías entre refugios requieren de cierta soltura en las caminatas en montaña. Los senderos para subir y bajar de los refugios están marcados, pero los de las travesías entre los refugios son complicados de encontrar, y la cantidad de gente que los transita es menor. Es bastante más solitario", explica a Télam Ordóñez.
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Opuesto a lo que se cree, no es necesario entrenarse para ir a un refugio. De acuerdo con el titular del CAB, la clave está en cenar y descansar bien la noche anterior, tomar un buen desayuno y no apurarse durante la caminata.
"La gente que encara la montaña por primera vez tiende a caminar más rápido de lo conveniente para su estado físico, que lleva a un cansancio prematuro y llega al refugio después de haber sufrido bastante la caminata. Llegar tiene que ver más con el ritmo que con el esfuerzo físico", cuenta Ordóñez.
Los primeros ascensos conviene hacerlos con gente que conozca la montaña. Se sugiere precalentar con una marcha lenta y media hora después alcanzar el ritmo que se mantendrá el resto de la caminata. El esfuerzo debe ser constante, por lo que se recomienda ir mucho más despacio en las subidas que en tramos llanos.
Se aconseja siempre tener a mano frutas dulces o algo que tenga un alto contenido de azúcar para ir comiendo durante el trekking. Lo ideal es caminar alrededor de una hora y frenar cinco para reponer algo de azúcar en sangre por las dudas de que haya bajado.
Durante el recorrido, siempre se debe beber agua. Hay arroyos permanentes, por lo que con recipientes para recargar agua y pastillas potabilizadoras es suficiente.
Otro consejo de Ordóñez es no cargar elementos innecesarios, se debe restringir el peso que se lleva al máximo. Si se pernocta, es necesario llevar una bolsa de dormir. Para estos recorridos se propone una mochila de 65 litros con comida que no necesite frío, una muda de ropa, abrigo en capas -que sirva por si hace calor y para sumar progresivamente si hace frío-, algo que permita cubrir la cabeza y, por grupo, un botiquín de primeros auxilios y protector solar. Lo más pesado debe estar en la mitad de la mochila y cerca de la espalda, para no cambiar el centro de gravedad del cuerpo.
Especialmente en enero, en los senderos más extensos puede haber tábanos; para evitarlos, es recomendable vestir ropa clara, dado que el color negro los atrae.
Respecto del calzado, conviene ir con alguno que ya se haya probado, que sea liviano y resulte cómodo. La montaña no es un lugar para estrenar zapatillas.
Se sugiere contemplar un tiempo mayor al que se estima en la marcha oficial, para evitar hacer parte del recorrido de noche. De todas formas, es útil contar con una linterna frontal. Otros elementos útiles pueden ser los bastones, sobre todo si la mochila que se traslada es pesada.
Es preferible analizar previamente la descripción de las picadas. "Si en algún momento, la persona se pierde del sendero, se debe volver hacia atrás, no tratar de adivinar dónde puede estar, sino regresar hasta el último punto del sendero del que se tenía certeza y seguir desde ahí", advierte Ordóñez.
Finalmente, pero no por ello menos importante, se debe chequear el tiempo, porque "el clima en Bariloche puede cambiar rápidamente y si el pronóstico viene complicado, es mejor postergar la salida. Una noche a la intemperie en condiciones de invierno puede ser fatal", aconseja el titular del CAB.
Con información de Télam