Turismo, religión e historia se combinan en la Ruta de la Fe de Tucumán

16 de noviembre, 2021 | 19.14

La Ruta de la Fe de Tucumán es un producto turístico y religioso que conjuga creencias, historia y leyendas de milagros desde la llegada de las primeras órdenes evangelizadoras de España y la lucha por la Independencia, hasta la actual devoción en templos, museos, grutas y ermitas que reúnen a miles de fieles y turistas cada año.

Desde San Miguel, que fue escenario de la Batalla de Tucumán, cuando aseguran sucedió un milagro, pasando por Monteros, Lules y pequeñas localidades como Villa de Medinas, Trancas y el Mollar, en los Valles Calchaquíes, la provincia ofrece numerosos sitios católicos, sobre todo marianos, y una veintena de celebraciones cada año.

Cada 24 de septiembre, en el aniversario de la Batalla de Tucumán, también se renueva la devoción por la Virgen de la Merced, a quien se encomendó el general Manuel Belgrano antes de la lucha y le pidió que intercediera en favor de los criollos, señaló el coordinador de Turismo Religioso del Ente Autárquico Tucumán Turismo (EATT), Gustavo Maccio.

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El experto contó que durante la batalla sucedió un hecho que trascendió como milagro, que fue "la invasión de langostas que cubrió a los invasores, obstaculizando así la visión de los españoles; y fue entonces cuando el Ejército del Norte, que conducía Belgrano, expulsó a los realistas".

Esta es sólo una de las historias que pueden surgir en un tour religioso por el centro de la capital tucumana, que alberga iglesias como las Catedral, San Francisco, La Merced y Santo Domingo y el Museo de Arte Sacro, con las influencias jesuíticas, dominicas, franciscanas y mercedinas presentes en sus arquitecturas.

El Museo de Arte Sacro, que pertenece a la Arquidiócesis de Tucumán y posee piezas y obras que reflejan la historia y el arte de la Iglesia Católica y de la sociedad provincial, es un lugar ideal para quienes se sienten atraídos por las reliquias religiosas.

En el departamento Lules está el santuario de la Virgen del Valle, en la localidad de La Reducción, que reúne a miles de fieles cada 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen.

En Villa de Medinas, en el mismo departamento, se encuentra la Iglesia Nuestra Señora de La Merced, que data del siglo XIX y alberga la imagen más antigua de esta virgen, del año 1600.

La cabecera departamental es una de las ciudades del Circuito Sur de Tucumán, con sitios históricos religiosos como San José de Lules, donde se estableció la reducción de los indios que le dan el nombre, fundada por la compañía de Jesús en 1670 y donde funcionó una escuela y se cultivó por primera vez la caña de azúcar en el país.

En cada rincón tucumano se conocen historias y milagros, que involucran también a San Francisco Solano, que a fines del siglo XVI recorría la región, hasta el Cura Gaucho Padre Brochero (1840-1914), santificado por el Papa Francisco en 2016.

Otra historia que trascendió como milagro se remonta a 1590, a 3 kilómetros de Trancas, durante el llamado sitio del Pozo del Pescado, donde los habitantes se encontraban sedientos y hambrientos hasta que San Francisco Solano apoyó su bastón en el suelo y brotó un manantial de agua pura y con peces.

También a San Francisco Solano se le atribuye un milagro en el río Hondo, comentó Maccio -quien además es miembro de la Comisión Argentina de Turismo Religioso- y ocurrió cuando el santo "se dirigía hacia Santiago del Estero y al encontrarse con el río crecido se retiró a orar y luego se acercó a la orilla e hizo señas para continuar viaje: Ante el asombro de todos, las aguas se abrieron".

La Ruta de la Fe incluye a Monteros, donde en 1565 se fundó la primera capital tucumana, y cuyas tierras fueron entregadas al capitán Joaquín Espinoza, quien construyó una capilla de adobe y paja para la Virgen del Rosario -de la cual era devoto- y en 1719 la imagen sudó mojando sus vestiduras durante tres días, en lo que se llamó el Milagro de la Virgen.

Quienes se interesan por la historia, la fe y la cultura tienen en Tucumán numerosos tesoros que combinan esos ámbitos, por lo cual en 2016 la provincia fue sede del Primer Congreso Internacional Santuarios y Turismo Religioso y del Encuentro Argentino de Turismo Religioso.

El turismo de fe o religioso es un segmento que a nivel mundial moviliza unos 300 millones de viajeros, entre devotos, creyentes, fieles, peregrinos y turistas que recorren sus rutas, algunas de las cuales atraviesan varios países, como la de Santiago, que culmina en España, o la de los Jesuitas, en Sudamérica.

Con información de Télam